Uno de los videos virales de la semana en el mundo fue el que registró el ataque al cuadro de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci en el Museo del Louvre de París, Francia.
La protección de La Gioconda de Leonardo da Vinci en el Louvre fue rociada con sopa. Los antecedentes.
Uno de los videos virales de la semana en el mundo fue el que registró el ataque al cuadro de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci en el Museo del Louvre de París, Francia.
Dos activistas que forman parte del grupo Riposte Alimentaire (Respuesta Alimentaria) le tiraron sopa al vidrio protector de la obra a la par que una de ellas se expresó a los gritos: "¿Qué es lo más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y sostenible? Nuestro sistema agrícola está enfermo".
Al tratarse de un material resistente a las balas, La Gioconda no se vio afectada y rápidamente intervino el personal del museo. La atención fue captada y la semilla del debate por las problemáticas alimentarias en Francia y el mundo fue plantada.
Sin embargo, surgieron interrogantes que se encuentran en el detrás de un simple incidente viral que no difiere mucho de los ocurridos en los últimos dos años, principalmente 2022: ¿por qué esta metodología para protestar y quiénes lo financian?
Con un repaso fugaz, la organización Just Stop Oil protagonizó los ataques a La joven de la perla” de Vermeer, a estatua de cera del rey Carlos III y Los Girasoles y Los Sembradores de Van Gogh. En el caso de la obra de da Vinci, Respuesta Alimentaria es el autodenominado heredero de Dernière Rénovation, que era parte de la red internacional A22 Network, ambas financiadas por Climate Emergency Fund (Fondo de Emergencia Climática) de manera oficial.
Como nieta de John Getty y heredera de una importante fortuna gracias a la explotación petrolera y negocios derivados, Ailen Getty es la figura pública al frente de las principales donaciones a Climate Emergency Fund.
Este se convierte en un escenario particular ante el financiamiento de los más reconocidos grupos de activistas climáticos por parte de un miembro de la familia de Getty Oil, desprendiendo una serie de hipótesis que llegan al plano de las teorías conspirativas.
La propia Ailen se defendió en su momento de las acusaciones: “A menudo la gente se plantea teorías sobre mi motivación para participar en el movimiento por el clima. Mi motivación es clara: lucho por un planeta habitable para mi familia y la suya. No me quedo en el pasado. Busco construir un futuro mejor.”
Trevor Neilson, cofundador y ex presidente del Fondo de Emergencia Climática, ha realizado declaraciones que ponen en duda la fidelidad de la organización: Se ha convertido en disrupción por disrupción", indicó a The Times el 2023.
El hombre que renunció a su cargo en 2021 también manifestó: "Creo firmemente que se ha convertido en algo contraproducente, y creo que eso lo tiene que decir alguien que ha estado involucrado desde los inicios”.
Este último punto es en el cual se puede hacer énfasis. Una de las primeras reacciones ante este tipo de expresiones con obras de arte es el rechazo. Los videos relacionados en redes sociales poseen comentarios con agravios, calificativos alusivos a la banalidad e incluso acusaciones de “terrorismo”.
Sea o no el objetivo inicial, el desprestigio del relato ambientalista termina siendo el resultado de tirarle pintura a una obra de arte reconocida.
Un escenario con efectos similares se dio en Argentina esta semana con dos casos, relacionados a la problemática del cambio climático, pero con aristas que difieren.
Uno de ellos es el proyecto "Eco Eco Rap Tour" de la organización Periodistas por el Planeta, que en su sitio oficial indica que la Embajada Británica es uno de sus auspiciantes. Con tintes geopolíticos, usuarios argentinos de X (ex Twitter), manifestaron su rechazo.
El otro fue la presencia de miembros de Greenpeace en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina en la previa al debate por la Ley de Bases, donde reclamaron bajo el lema “El ambiente no se negocia”.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.