Despertarse por un calambre en la pantorrilla no solo afecta la calidad del sueño, sino que es una experiencia dolorosa e incómoda. Pueden ocurrirle a cualquier persona, no importa la edad, pero se da más en los adultos.
Suelen manifestarse en la pantorrilla. Aparecen a cualquier edad y pueden causar mucho dolor e incomodidad.
Despertarse por un calambre en la pantorrilla no solo afecta la calidad del sueño, sino que es una experiencia dolorosa e incómoda. Pueden ocurrirle a cualquier persona, no importa la edad, pero se da más en los adultos.
Para conocer si es grave o normal que esto ocurra, desde El Litoral se consultó a una profesional, quien aclaró por qué las personas tienen calambres musculares y cómo prevenirlos. También brindó algunos consejos para ayudar a aliviar el dolor.
"Un calambre muscular es una contracción repentina involuntaria de uno o más músculos, la mayoría se manifiesta en las piernas, sobre todo en la pantorrilla. Además del dolor repentino y agudo, es posible que a veces se pueda sentir un bulto duro de tejido muscular debajo de la piel", explicó la reumatóloga Gabriela Bortolotto.
Los calambres pueden aparecer a cualquier edad; sin embargo, se ven más en personas mayores, "a medida que van perdiendo masa muscular, el músculo que queda se sobreexige con más facilidad y eso causa calambres", puntualizó Bortolotto.
Al mismo tiempo, la especialista aclaró que por lo general los calambres musculares desaparecen por sí solos y raramente son lo suficientemente graves como para justificar la atención. "Sin embargo, es conveniente consultar a un médico cuando el calambre genera una molestia muy intensa, o sucede muy frecuentemente. También cuando están relacionados con hinchazón, enrojecimiento, cambios en la piel de las piernas, debilidad muscular y cuando no se le encuentra ninguna causa aparente de todas las que hemos mencionado", aseguró.
Existen varias posibles causas de los calambres musculares nocturnos. Algunas de ellas, según explica la reumatóloga, son:
Al respecto, la profesional afirmó: "Sin embargo, en muchos de los casos no sabemos cuál es la causa cierta de los calambres y si bien la mayoría de las veces son inofensivos, hay algunos que pueden estar relacionados con enfermedades y a esas sí hay que brindarles una mayor importancia".
La especialista sostuvo que se le debe dar un tratamiento especial a los calambres cuando se sospecha de un suministro de sangre inadecuado, esto se puede observar cuando hay un angostamiento de las arterias que llevan la sangre a las piernas, y en la arteriosclerosis. Eso puede producir un dolor similar a los calambres en las piernas y en los pies, sobre todo al hacer ejercicio y a menudo desaparecen cuando el paciente hace reposo.
Otra causa que puede generarlo son las compresiones de los nervios, sobre todo cuando es en la columna lumbar, una estenosis. Esto provoca un dolor similar a los calambres de las piernas y ese dolor empeora cuando el paciente camina.
Otro motivo es la disminución de minerales, cuando falta potasio, calcio y magnesio en una dieta. También los pacientes que usan diuréticos, porque son medicamentos que se utilizan para bajar la presión arterial y pueden generar una pérdida de esos minerales.
En cuanto a qué se puede hacer para prevenirlo o tratarlo, la profesional explicó que "es muy importante evitar la deshidratación, por eso se sugiere beber abundante líquido todos los días. Eso ayuda a que los músculos se contraigan y se relajen, además mantienen a las células musculares hidratadas y de esa manera menos irritables, sobre todo durante la realización de actividades físicas".
Otra cosa muy importante es "elongar los músculos antes y después de cualquier actividad. Si hay una tendencia a tener calambres en las piernas por la noche, elongar antes de acostarse, puede ser a través de algún ejercicio ligero con las piernas".
Por otro lado, se puede aplicar calor o frío según lo que "al paciente le resulte más conveniente. A veces una toalla tibia o una almohadilla de calor sobre el músculo tenso, darse un baño tibio, dirigir el chorro de la ducha caliente sobre el músculo acalambrado, masajear con algún gel analgésico. Otras personas prefieren algo frío, y en ese caso el hielo, envuelto en una tela, alivia el dolor".