El Litoral | Conicet La Plata | area@ellitoral.com
El dispositivo utiliza la capacidad fluorescente de estos animales al ser iluminados bajo la luz ultravioleta (UV). Se instala una cámara web en una habitación que, ante un movimiento, enciende la lámpara. El desarrollo está probado y “funciona a la perfección” y ya cuenta con una patente en trámite.
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La presencia de escorpiones o alacranes representa un problema sanitario cada vez más importante en la región, con focos específicos registrados en distintos puntos de la ciudad que se mantienen activos durante todo el año. Afortunadamente, los especialistas del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores del Conicet La Plata siguen el tema de cerca y ofrecen su asesoramiento al servicio de la comunidad. En este sentido, un ejemplo es el desarrollo de un sistema de alarma para detectarlos que acaba de presentarse en el marco de las II Jornadas Argentinas de Aracnología realizadas en el Centro Científico Tecnológico CCT Conicet La Plata.
La alarma detectora de escorpiones es el resultado de las prácticas profesionales que el estudiante avanzado de Ingeniería Francisco Giambelluca realiza en el Cepave bajo la dirección de los profesores José Rapallini y Jorge Osio, del Centro de Técnicas Analógico-Digitales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, y la codirección de Luis Giambelluca, profesional principal del Conicet.
El dispositivo que inventó utiliza la capacidad fluorescente de estos animales al ser iluminados bajo la luz ultravioleta (UV). “Se instala una cámara web en una habitación que, ante un movimiento, enciende la lámpara. Un procesador de imagen determina el código de color específico y, si lo que hay es efectivamente un alacrán, se envía un aviso visual a través de la toma de una foto; escrito, por mensaje en una consola; y sonoro, con un parlante”, describe el autor.
“Los rayos UV los muestran en un color cian brillante. Es una capacidad ya conocida, pero que tienen pocos seres vivos, y que persiste incluso en los individuos muertos”, cuenta el experto del Cepave, y continúa: “Este sistema podría servir perfectamente para espacios en los que se conoce o se sospecha la presencia de escorpiones, como un depósito o un archivo, o incluso en escuelas, algo que de hecho sucede en la ciudad. Dado que son animales de hábitos nocturnos, justamente cuando esos ambientes se vacían podría quedar la alarma activada y verificar cuántos ejemplares hay, por dónde se mueven, y más. También sería valioso incluso para hacer estudios de comportamiento en el campo porque se los puede seguir con la cámara”.
El desarrollo, que está probado y funciona a la perfección, aunque eventualmente habría que hacerle ajustes de acuerdo a los sitios en que se utilizase, se dio a conocer al público esta semana por primera vez.
Su inventor ya inició el trámite de una patente de propiedad intelectual, con la idea de que el sistema llegue a estar disponible para cualquiera que quiera fabricarlo. “La motivación es más bien la prevención, no tanto lo económico, porque es un problema serio de salud pública y lo ideal es que sea accesible para toda la población y no sólo para quienes puedan pagarlo”, apuntó el estudiante.
Las jornadas
Las II Jornadas Argentinas de Aracnología fueron el marco de presentación múltiples trabajos, simposios y conferencias de destacados referentes de diversas líneas de investigación en torno a arañas, escorpiones y ácaros. Luego de dos días de cursos destinados a estudiantes y becarios, la conferencia inaugural titulada “Biología evolutiva y diversidad de arañas una visión global desde el sur” estuvo a cargo de Martín Ramírez, investigador principal del Conicet y vicedirector del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”.