Adiós a los corgis: Carlos y Camila llevan sus dos Jack Russell terrier al Palacio de Buckingham
Se trata de dos hembras rescatadas que este año protagonizaron la portada de la revista Country Life.
Los dos ejemplares Jack Russell terrier de la pareja fueron rescatados por el Battersea Dogs & Cats Home, uno de los centros de rescate de animales más antiguos y conocidos del Reino Unido.
19:47
Mientras el rey Carlos III y la reina consorte se instalan en el palacio de Buckingham, también lo hacen sus compañeros caninos, Bluebell y Beth. Los dos Jack Russell terrier de la pareja, rescatados del Battersea Dogs & Cats Home (del que la reina consorte es patrona) en 2017, están ascendiendo en el mundo mientras se preparan para trasladarse a la residencia real.
Con la muerte de la difunta reina Isabel II llegó la noticia de que los dos perros que le quedaban, Muick y Sandy (un dorgi y un corgi, respectivamente) se trasladarían a la Royal Lodge para vivir con el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, duquesa de York. Famosa por su amor a los corgis, la afición de la reina por esta raza comenzó, al parecer, cuando conoció a Dookie en 1936. Con motivo de su 18º cumpleaños, en 1944, la reina recibió su propio corgi, Susan. A lo largo de seis décadas, la exmonarca llegó a tener más de 30 ejemplares de los sucesores de Susan.
Pero, ¿quiénes son los perritos que ocuparán el lugar de los corgis de la reina?
A principios de este año, como editora invitada de Country Life, Camilla eligió a sus perros -dos hembras- para protagonizar la glamurosa portada de la revista. Como ‘giro divertido’ a la tradicional página de ‘Girls in Pearls’, las perritas se vistieron con las joyas de su dueña y posaron en un banco de la residencia privada de Camilla, Raymill House, en Wiltshire. En lugar de las debutantes humanas de la revista, las mascotas aparecieron igual de recatados y elegantes.
Se dice que el rey ha sido un fan de la raza durante muchos años. En los años 90 y principios de los 2000, el monarca tuvo a Pooh y luego a Tigga, el primero de los cuales apareció en los periódicos locales tras desaparecer mientras daba un paseo por la finca de Balmoral. Aunque Pooh nunca se encontró, Tigga vivió hasta los 18 años y fue, según el Telegraph, "una compañera y querida mascota de la familia" hasta su muerte en 2002. El animal está enterrado en los terrenos de Highgrove y, al parecer, ha sido inmortalizado en sus jardines por la escultora Emma Stothard.
En una entrevista concedida a BBC Radio 5 Live, Camilla reveló la historia del encuentro con sus perros: “Fui a Battersea y apareció Beth, que acababa de ser trasladada de un lado para otro y abandonada”.
Las perritas participaron en una edición de Country Life
“Pensamos que sería bueno para ella tener una amiga. La encontraron [a Bluebell] dos o tres semanas después, vagando por el bosque, sin pelo, cubierta de llagas, prácticamente muerta”, explicó la reina consorte. "Y la cuidaron hasta que volvió a la vida y le volvió a crecer el pelo. Es muy dulce, pero un poco neurótica, digamos".
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