La Voyager-2 de la NASA lleva viajando por el espacio 43 años (y casi dos años en el espacio interestelar) y estaba completamente sola desde los últimos ocho meses en los que se perdió el contacto.
La Voyager-2 de la NASA lleva viajando por el espacio 43 años (y casi dos años en el espacio interestelar) y estaba completamente sola desde los últimos ocho meses en los que se perdió el contacto.
Afortunadamente, la semana pasada, se enviaron algunos comandos a la nave espacial durante una prueba y, después de 34 horas y 48 minutos, el equipo recibió un saludo desde el espacio profundo. ¡La Voyager 2 seguía viva! La nave espacial se encuentra perfectamente y es capaz de ejecutar comandos a 18.800 millones de kilómetros de la Tierra.
La antena DSS4, Deep Space Station 43, está ubicada en Canberra, Australia, y forma parte de la Red de Espacio Profundo de la NASA, la colección de antenas de radio utilizadas para comunicarse con naves espaciales más allá de la órbita de la Luna. Las otras dos instalaciones están en Goldstone, California y en Madrid, España.
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Construida en 1972, la antena se ha mejorado con el tiempo, pero la mayor parte del equipo es el original de hace casi 50 años. El período más largo sin conexión más reciente fue necesario para proporcionar una renovación completa a DSS43 e instalar nuevo hardware. La antena de 70 metros de ancho estará en pleno funcionamiento en febrero.
"Esta comunicación de prueba con la Voyager 2 definitivamente nos dice que las cosas van por buen camino con el trabajo que estamos haciendo", explica Brad Arnold, gerente del proyecto DSN en el Jet Propulsion Lab de la NASA.
La sonda Voyager-2 continúa viajando y realizando mediciones científicas 31 años después de que finalizara su misión principal. Que siga así.