Muchas personas manifiestan la necesidad o las ganas de comer algo dulce, sobre todo después de cenar o almorzar. Es algo que le pasa a la gran mayoría y no es para nada fuera de lo común. Que ocurra esto tiene su explicación y existen reemplazos que pueden ayudar con la necesidad de saciedad, pero de manera más saludable.
La urgencia de comer algo dulce se “puede deber a múltiples factores pero la variable más fuerte es la cultural. Estamos acostumbrados a no comer algo dulce en la comida, como puede ser una ensalada agridulce. A eso lo guardamos, para el postre, y lo consumimos para contrarrestar lo salado que almorzamos”, explicó Natalia Sarrichio, nutricionista.
Por otro lado, la profesional, dijo que muchas veces esa necesidad se debe a una recompensa emocional, es decir, “puede pasar que queremos comer algo dulce porque nos sentimos mal o tristes entonces lo tomamos como un mecanismo de recompensa como algo que es placentero”.
Comer algo dulce como recompensa.
“Fisiológicamente nuestro cuerpo no nos va a pedir un exceso de azúcar, como estamos acostumbrados, ahí tenemos habituado el cerebro y ese es el problema en la sociedad, la adicción a tanta azúcar”, aseguro Sarrichio.
Comer algo dulce como recompensa después de una comida puede servir para contrarrestar cualquier sensación de sabor salado. Considerar las frutas como una alternativa a los dulces azucarados es una forma de satisfacer ese antojo. El cambio de mentalidad permite concentrarse en lo que hace bien en términos de nutrición, incluidos los componentes importantes, como la ingesta de fibra y las vitaminas y minerales necesarios.
“Es importante tener en cuenta que nunca tenemos que prohibirnos nada porque eso termina llevando a que lo deseemos más y a veces podemos caer en los excesos”, indicó la profesional.
Nunca prohibirnos nada, sino buscar compensarlo con algo saludable
Agua y fruta, los mejores aliados
Con las altas temperaturas que se están presentando es importante comer alimentos frescos y no tan copiosos. “En esta época es muy tentador comer sándwiches de miga, y está bien, el tema es no vivir a sándwiches”, sostuvo Sarrichio.
Además agregó que lo principal es el consumo de frutas y verduras. “Si bien son importantes por la fibra y minerales. En verano es recomendable porque tienen agua y necesitamos estar hidratados. La fruta tiene esta gran ventaja”.
Por último, la profesional aclaró que no se debe consumir bebidas con mucha azúcar como los jugos y las gaseosas. “Lo único que hidrata es el agua. Lo demás no lo hace, uno lo hace por gusto pero no te saca la sed al contrario tanto contenido de azúcar hace que salgan los líquidos de las células entonces se mantienen deshidratadas”.
Receta para un Tereré saludable
Utilizar siempre juegos naturales en vez de industriales. Los “jugos en polvo” contienen azúcar, sal, colorantes y saborizantes.
Cómo reemplazarlo
Colocar un litro de agua fría, jugo de limón, naranja o pomelo exprimido, rodajas de estos o frutilla y agregar hierbas como menta, jengibre y hasta albahaca. Incluso se puede agregar en menor medida stevia, azúcar mascabado o miel.