Después del anuncio del gobernador, Omar Perotti, de incentivar la construcción del Puerto de la Música en Baigorria, lo que generó polémica por alterar la locación inicial prevista, el proyecto volvió a quedar en una suerte de stand by. Sin embargo, desde el Concejo de Rosario volvieron a pedir que se avance con la iniciativa, aunque insistieron en que se ejecute en la costanera central.
La ilusión de reflotar el viejo sueño póstumo del ex gobernador socialista, Hermes Binner, de construirlo, cobró fuerzas nuevamente cuando en julio el actual mandatario provincial firmaba el acuerdo con la Nación para que se le pague la histórica deuda de coparticipación a la provincia y, a su vez, anunciaba que se iba a avanzar con esta idea.
En base a una ronda de consultas que realizó El Litoral en las últimas semanas sobre si hubo avances con relación a la iniciativa, diversos referentes indicaron a este medio que, por el momento, no se habían comunicado novedades.
Tras la publicación de este medio, el Palacio Vasallo reaccionó nuevamente sobre la temática y pregonó para que se avance con la construcción del Puerto de la Música, pero en Rosario. El concejal Carlos Cardozo, de Unión Pro/Juntos por el Cambio, hizo referencia a una nota presentada por la arquitecta Silvana Codina, en la que expone su posición a partir del anuncio respecto que la construcción se haga en la vecina ciudad de Granadero Baigorria.
El edil sostuvo que “la obra tiene que quedar en la ciudad de Rosario y no arriba de una barranca, sino al pelo del agua”. Así mismo, precisó que Codina, que fuera secretaria de Arquitectura del gobierno provincial al momento de anunciarse el Puerto de la Música, “pone a disposición para que el Concejo sea depositario, una copia del proyecto original”.
En esta línea, el edil macrista, Alejandro Rosselló, sugirió hacer una “declaración” sobre el tema, mientras que la concejala del bloque Iniciativa Popular (IP), Fernanda Gigliani, planteó “otorgar la audiencia” a Codina.
Génesis de una polémica
El cambio estratégico de locación, que anunció en su momento el gobernador, se debe a que se busca evitar uno de los principales motivos que siempre frustró el sueño de Binner: la propiedad de los terrenos. En la costanera central -donde se pensó el proyecto- siempre hubo conflicto sobre la utilización del espacio que, pese a pertenecerle al Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro), estaba concesionado a Terminal Puerto Rosario (TPR).
Tanto el ex gobernador Antonio Bonfatti -sucesor de Binner en la Casa Gris- como el intendente de Baigorria, Adrián Maglia, avalaron la posibilidad de que se relocalice la iniciativa del Puerto de la Música, originalmente pensado en la zona que va de Pellegrini a Cerrito en la ciudad.
La iniciativa fue presentada por el gobernador Binner en 2008 y costaría 300 millones de pesos -de aquel momento-. Se fundaba a partir del impacto del volumen que alojaría la sala con capacidad para 2.500 personas: una media esfera blanca de casi 100 metros de diámetro que se levantaría sobre la ribera del Paraná, entre el Parque a la Bandera y el puerto.
Sin embargo, pese a los intentos, el ambicioso e interesante proyecto quedó trunco o, por lo menos, hasta ahora. La iniciativa cultural no avanza aun teniendo el consenso de la ciudadanía y de los protagonistas del mundo de la cultura que luchan para tener un espacio donde explotar sus actividades con comodidad.
Para construir el Puerto de la Música, en el tramo que comprende avenida Belgrano entre Avenida Pellegrini y Cerrito, era necesario quitarle esos metros de parcela al Puerto de Rosario, que se encontraba concesionado por la firma Terminal Puerto Rosario (PTR).
Si bien desde el gobierno de Binner -cuando lideraba la provincia- habían explicado que el terreno sur que deberían utilizar sería compensado con un terreno en el sector norte del mismo tamaño, generó temor en el sindicato que nucleaba a los trabajadores del puerto.
El miedo de Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), se fundaba en que “producto de la mega obra se perdiera capacidad productiva en el puerto, lo que conllevaría a despidos de trabajadores”, recordó a El Litoral quien fuera presidente del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro), Ángel Elías, desde 2008 al 2020. Acto siguiente, unos 25 operarios dejaron sus cascos en el suelo y desde entonces las tareas quedaron paralizadas, “tomando el Enapro como medida de fuerza por varios meses”, agregó.
Sumado a este conflicto sindical, el gobierno de Binner se vio trabado en otro ítem. Resulta que las tierras nacionales cedidas a la actividad portuaria no pueden cambiar su finalidad, salvo que se haga en el marco de un desarrollo como el que se hizo en ciudad de Santa Fe, con mobiliario urbano con el objetivo de potenciar el área portuaria.
Por esta razón, el gobierno provincial necesitaba el aval de Nación -era gobierno kirchnerista- para poder avanzar con las obras, pero nunca logró obtenerlo.