Ceferino Azambuyo
Publicado por la revista científica “Biotaxa”, Isaías Lange confirmó su reciente hallazgo. El joven comparte su afición desde pequeño junto a su papá Rolando Lange, reconocido coleccionista de mariposas y escarabajos, y guía de la Reserva Municipal La Chinita.
Ceferino Azambuyo
Isaías Lange nació en Villaguay y actualmente está radicado en San Rafael Mendoza donde contrajo matrimonio. Desde niño se interesó por la entomología, estudio científico de los insectos a partir de las enseñanzas de su padre Rolando quien le inculcó el amor hacia la naturaleza en la cual también trabaja.
El joven señala que “una vez radicado en Mendoza y en un viaje hacia la ciudad de Zapala en la provincia de Neuquén, de visita a mi hermana, junto a mi papá y mi cuñado salimos de colecta hacia las afueras de Zapala y encontramos una especia que estaba descripta, pero con errores. Se trata del escarabajo Lasionota bruchi”.
“Dentro de estos ejemplares apareció uno diferente a todos los demás colectados y decidí consultar a Cristian Pineda, un amigo chileno, quien me dijo que le gustaría analizarlo porque consideraba que podría ser una nueva especie y una contribución para la ciencia”.
Lange envió el ejemplar hacia el país trasandino y junto a su amigo se pusieron a buscar información sobre el género Lasionota y pudieron corroborar con otros museos, como el Museo Natural de Londres, el Museo Natural de París y el de Berna, Suiza.
Los entomólogos además se tomaron la tarea de comparar ejemplares y todo llevaba a la aparición de una especia nueva y decidieron colocarle el nombre científico “Lasionota zapalaensis” (Zapala por la ciudad y ensis por el nombre del lugar en latín).
“Este insecto que es nuevo para la ciencia fue publicado en la revista de la Sociedad Chilena de Entomología Biotaxa, la cual luego de corroborar todos los datos aportados a través del paper publicó el trabajo de los investigadores certificando que se trata de una especie nueva para la ciencia”, indicó el investigador.
El entrerriano comentó que “la idea es seguir realizando estudios que permita conocer más la fauna entomológica que tenemos en etas regiones tan poco estudiadas como Mendoza y Neuquén, a la vez tratar de descubrir nuevas especies para validarlas y que la gente reconozca la riqueza natural que hay en todas las zonas de nuestro país”.
“Todo el trabajo está dirigido al conocimiento y, a partir de ello, la protección y toma de conciencia del valor de todo lo que tenemos en nuestra naturaleza que es invaluable”, señaló mostrando su pasión por la entomología.
Respecto de las funciones de los escarabajos, Lange aportó que “existen muchas familias y en el caso de la encontrada pertenece a bupréstidos y también están los cerambícidos, los escarabeidos que reciclan estiércol. Algunos son plagas o polinizadores. En este caso no se trata de plaga porque su ciclo es corto y al no encontrarse en cantidad no llegaran a provocar daño y son enriquecedoras de la fauna entomológica”.
En el caso de “Lasionota zapalaensis”, pertenece a familias muy difíciles de encontrar y en este caso la descripción se realizó con un solo ejemplar “porque es muy difícil encontrarlo y eso indica además que hay que cuidad la zona porque son específicas, solo habita en esa zona, saliendo se allí no es posible localizarlo”.
La revista chilena especializada “Biotaxa” publicó el reconocimiento del holotipo por monotipia, es decir un ejemplar físico único de un organismo, que se sabe que se usó cuando la especie se describió formalmente.
En la fundamentación se explica que el material tipo de esta especie consiste en un único ejemplar depositado en la colección general del Museo Nacional de Historia Natural de Londres, Reino Unido (NHMUK), el cual fue localizado e ilustrado por primera vez por Pineda y Matsumoto (2021).
Este ejemplar se encuentra etiquetado por Antonio Cobos como lectotipo, pero esta rotulación no es válida ya que no fue publicada formalmente. Siguiendo las indicaciones del artículo 73.1.2 del ICZN (1999), el ejemplar en cuestión es reconocido como holotipo por monotipia de Dactylozodes bruchi al concluirse que, en primer lugar, la descripción original establece implícitamente que la especie fue descripta a partir de un único ejemplar al señalar solo un tamaño y no un rango de tamaños como en las descripciones de otras especies. En segundo lugar, se estimó que el ejemplar único en el cual se basó la descripción original de esta especie corresponde al ejemplar seleccionado en vista de que porta una etiqueta de identificación escrita a mano por Charles Kerremans con el formato característico del autor, es decir, nombre de la especie (sin género), autoría (abreviada) y la palabra “Type” (Tipo): “Bruchi Kerrem. Type”. Además, porta una etiqueta parcialmente impresa que señala la misma localidad “Rep. ARGENTINA Gob. Neuquén” y el mismo recolector o legatario “C. Bruch” que lo establecido originalmente por el autor.
Adicionalmente, como se evidencia la forma de la banda elitral -alas anteriores- de esta especie es variable, pero generalmente se ensancha hacia los lados a la altura pre y post medial, y pre apical (extremo superior). En cambio, la banda elitral del ejemplar en cuestión posee una forma poco habitual que se ensancha hacia los lados solo pre apicalmente. No obstante, esta se ajusta perfectamente con la descripción original de Kerremans (1903) “élitros con una banda oscura a lo largo de la sutura y ligeramente dilatada en el tercio posterior”.
Sumado a la coloración más frecuente de la cabeza y el pronoto de esta especie que es amarillo verdoso. Sin embargo, el ejemplar presenta una inusual coloración oscura que coincide con la descrita originalmente por Kerremans (1903), quien afirmó que la especie posee la cabeza y el pronoto negros ligeramente azulados. El pronoto es el primero de los tres segmentos del tórax de un insecto y estas coincidencias morfológicas son consideradas como evidencias adicionales que permiten presumir que la descripción original de D.