Los grandes escritores y guionistas seguramente basan sus historias en hechos de la vida real, que acontecen en pequeñas comunidades y que, por su espectacularidad, trascienden fronteras. Dicho esto, ¿Puede coincidir un hecho fortuito ocurrido hace 90 años en la ciudad de Santa Fe con una película de Woody Allen y un episodio de Los Simpsons? La respuesta es afirmativa.
El Litoral daba entre sus páginas la noticia del hallazgo y rescate.
Abril de 1933
El 7 de abril de 1933 un niño de 10 años desapareció de los lugares donde frecuentaba. Ante la ausencia del chico, al otro día su padrastro acudió a la Seccional 5ta y radicó la denuncia por temor a que le haya pasado algo grave. Desde ese momento, agentes policiales pusieron manos a la obra para dar con el menor.
La prensa local siguió los acontecimientos de cerca y contó con lujo de detalles lo ocurrido. Los diarios El Litoral, El Orden y Santa Fe dieron cobertura a esta especie de milagro que protagonizó Carlos Almada.
Sin noticias del chico pasadas 120 horas, el 12 de abril El Litoral tituló: “Huyéndole a un perro que creía rabioso cayó a un pozo de 10 metros de profundidad”. Era el pequeño Almada. Con el correr de las horas se fueron conociendo detalles de lo ocurrido y cómo pudo sobrevivir cinco días sin comer ni beber agua.
El pequeño Carlos pasó cinco días bajo tierra. Su historia llegó a la prensa santafesina.
Rescate
“El repartidor de leche Juan Vidal, domiciliado en Empalme Central Norte, buscando un animal extraviado llegó siendo las 12.10 hasta un baldío cercano a Colodrero y Vélez Sársfield. Después de indagar sin resultado disponiase a volver, cuando oyó un grito de socorro que le llamó la atención. Era una voz débil que parecía venir de ultratumba”, contó El Litoral entre sus páginas.
La detallada crónica agregaba que el hombre se arrimó hasta donde se topó con un pozo y volvió a escuchar una voz que, como pudo, pedía auxilio. Desde el fondo del agujero el pequeño exclamó que estaba lastimado. “Una soga, de diez metros, arrojó el desconocido por la boca del pozo y minutos después ante la presencia y con Ia ayuda de un grupo de personas, pudo ser sacado del pozo”, explicaba el vespertino santafesino.
Por su parte, el diario El Orden publicó: “Nos expresó Vidal que al encontrarse a salvo, el niño Almada demostró una alegría extraordinaria, que se reflejaba en su semblante, sus actitudes, sus gestos y sus palabras, como si hubiera olvidado por completo en esos momentos sus largas horas de intensa tragedia y... hasta su hambre, ya que ésta fué invocada en su pedido de socorro”.
Diario "Santa Fe" publicó en su tapa la foto del niño accidentado.
En casa
El salvador del chico lo llevó hasta su casa y lo entregó a su familia. La conmoción se entremezcló con la alegría. Carlos había regresado a su hogar con signos de debilitamiento y heridas, pero ya estaba con sus padres. Luego de unas primeras curaciones caseras, se llamó a un médico. “Quien examinó al pequeño comprobando que se halla muy debilitado y presenta lastimaduras y contusiones en las piernas”, aportó El Litoral.
Con el correr de las horas, el niño comenzó a contar lo sucedido. En su testimonio, Carlos mencionó que volvía a su casa cuando notó la presencia de un perro que amenazaba con atacarlo. “Preso del pánico echó a correr sin comprender el peligro que corría. Llegó así a caer al pozo, donde dice que perdió el conocimiento. Parece que después reaccionó y trató de trepar pero al llegar a la mitad del recorrido perdió fuerzas y volvió a caer”, describió El Litoral.
Diario El Orden, también cubrió los acontecimientos.
Sin miedo
Un periodista de Diario El Orden llegó hasta la casa donde vivía Carlos Almada y logró una entrevista con el pequeño. “No tenía miedo, nos dijo, sino que extrañaba mucho y sentía hambre”, reflejó el citado diario al encuentro con el chico.
“Yo sentía cuando pasaba la gente cerquita del pozo y les gritaba. No sé cómo no me han oído”, eran las palabras de Carlos reflejadas en el nombrado diario santafesino.
En otro pasaje del artículo, El Orden resalta la personalidad de un niño que logró vencer la oscuridad y hambruna del pozo. “No se lamenta, ni llora, ni abulta los hechos. Los relata como si se tratara de una aventura sin mayor importancia”, sumaba el periódico local.
A la derecha el hombre que rescató al pequeño Almada, precisamente en la zona donde estaba el pozo.
Cualquier parecido con la realidad...
Al principio de esta nota, se preguntó si podía coincidir el hecho aquí narrado con dos piezas, una del cine y la otra de la televisión, emitidas varias décadas después. Como se dijo, la respuesta es afirmativa.
En 1987, Woody Allen estrenó “Días de radio”, una película ambientada en los años 40 (casi la misma época que el suceso contado en esta memoria) que cuenta la historia de una familia de Nueva York que viven escuchando la radio, novedoso aparato de aquellos tiempos.
Dentro de la trama, en la que Allen aprovecha para exponer sus gustos musicales como el jazz y su amor por la ciudad neoyorquina, aparece una escena donde a través de la radio un periodista cuenta que una niña cayó a un pozo. La tragedia afecta a la familia protagonista y a la sociedad en general. “Seguiremos retransmitiendo en directo y dándoles más detalles”, se escucha mientras las imágenes muestran la congoja y la desesperación por rescatar a la niña Polly Phelps. La secuencia finaliza con la noticia de que la policía encontró sin vida a la pequeña.
Cinco años más tarde, se emitió el episodio 48 de Los Simpsons. El estreno fue el 9 de enero de 1992, formó parte de la tercera temporada y llevó el nombre de “Radio Bart”. El capítulo se centra en el cumpleaños del hijo de Homero y Marge y los “indeseados” regalos que recibe. Hasta que consigue “sacarle el jugo” a un micrófono y una radio de corto alcance. El joven Simpson lleva al extremo una broma y hace creer a toda la sociedad que un niño cayó en un pozo, cuando en realidad era su radio.
Todo era risas hasta que el propio Bart cae en el hueco y su chasco se le vino en contra: nadie quería rescatarlo. Homero tomó las riendas del asunto y encabezó la excavación para retirar al niño. El esfuerzo del jefe Simpson fue acompañado por vecinos y la participación de Sting, el cantante tuvo una actuación estelar en el episodio.
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