El Litoral | Télam
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Un total de 1.723 personas fueron arrestadas en Francia en el cuarto sábado consecutivo de protestas del multifacético movimiento de los "chalecos amarillos", que sacó a la calle a unos 136.000 manifestantes en París y las principales ciudades francesas, según el Ministerio del Interior.
"Globalmente" la violencia fue menor que la semana precedente y "el nivel de tensión bajó", pero la situación "no es satisfactoria" declaró el vocero del gobierno francés, Benjamin Griveaux, en una entrevista a la emisora Europe 1.
Las declaraciones del funcionario estuvieron acompañadas por la difusión del balance realizado por la Prefectura de la policía que contabilizó que durante la jornada de ayer, sólo en París, hubo 1.082 detenciones y resultaron heridas 96 personas, de ellas, 10 agentes del orden.
A nivel nacional, el número de detenidos ascendió a 1.723 personas, de las que 1.220 quedaron bajo custodia en comisaría, precisaron fuentes del Ministerio.
La participación de los "chalecos amarillos" en las acciones que habían convocado por todo el país, de acuerdo con la contabilidad del departamento de Interior, fue la misma que el día 1.
El portavoz confirmó que el presidente francés, Emmanuel Macron, que no ha intervenido públicamente en toda la semana pese a la gravedad de la situación, hablará al comienzo de la semana próxima, aunque no precisó en qué formato.
El sábado se anunció extra oficialmente que el mandatario galo brindaría hoy un discurso sobre la situación conflictiva del país, cuyas protestas por primera vez se replicaron fuera de su fronteras, en Bélgica y Holanda.
Los disturbios del sánado fueron de menor gravedad que los del mismo día de la semana pasada en París, gracias en buena medida al impresionante dispositivo de seguridad (8.000 agentes, casi el doble que el día 1, apoyados incluso por blindados) y a una acción mucho más reactiva ante cualquier incidente.