La incidencia semanal de coronavirus en Alemania se situó este martes en 213,7 contagios por 100.000 habitantes, el nivel más alto desde que comenzó la pandemia y el doble de la semana pasada, con la campaña de vacunación estancada y en medio de discusiones sobre posibles salidas a la crisis.
Según los últimos datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología en las últimas 24 horas se registraron 21.932 contagios, más del doble que el martes de la semana anterior.
El número de muertos también se duplicó con respecto a la semana anterior y alcanzó los 169. Mientras tanto, va creciendo la presión hospitalaria.
Un 67,1 por ciento de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna y un 69,7 por ciento al menos la primera dosis. Son tasas más bajas que las de la Unión Europea, así como de varios países de la región.
Tenés que leerCoronavirus en Alemania: alcanza un nivel récord en su tasa de incidencia de nuevos casosSegún una encuesta de la revista Der Spiegel un 42 por ciento de los alemanes consideran que las actuales medidas para hacer frente a la pandemia son insuficientes mientras que el 27 por ciento las considera exageradas y un 31 por ciento las ve adecuadas.
Uno de los temas que más se discuten es el de la búsqueda de caminos para aumentar la presión sobre quienes se niegan a vacunarse.
Por otra parte, la Comisión Permanente de Vacunación todavía no ha recomendado que los niños menores de 12 años sean vacunados y no se espera que eso ocurra antes de mediados de diciembre.
El Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP) -que negocian un acuerdo de coalición para relevar al actual Gobierno en funciones de Angela Merkel- han elaborado un proyecto de ley que, entre otras medidas, haría posible el regreso a los test gratuitos. El objetivo es “proteger al mayor número posible de personas durante los meses de otoño e invierno”, dijo Dirk Wiese, subjefe del grupo parlamentario de los socialdemócratas.
Tenés que leerPreocupación por el incremento de casos de coronavirus en AlemaniaLa eliminación de los test gratuitos se hizo con la esperanza de que eso llevase a gente a vacunarse para poder entrar en restaurantes y otros lugares pero la campaña de vacunación sigue estancada.
El estado oriental de Sajonia, donde la tasa de incidencia es más del doble de la media nacional (491,3), introdujo el lunes las restricciones más duras del país para las personas no vacunadas. El acceso a los comedores interiores y a otros eventos de interior se limitará a quienes estén totalmente vacunados o puedan demostrar que se han recuperado, un sistema conocido como “2G” en Alemania. Sólo quedarán exentos los niños y las personas que no puedan recibir las vacunas por razones médicas.
Otros estados, como Baden-Wuerttemberg, Baviera y Hesse, también están adoptando medidas más estrictas.
Los alemanes también observan de cerca a Austria, donde el inicio de la normativa sobre la 2G ha provocado colas ante los centros de vacunación.