El Congreso del partido de Los Verdes alemanes aprobó, como medida provisional y tras un duro debate interno, respaldar la prórroga para el funcionamiento de las centrales nucleares ante la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.
Alemania es uno de los países más afectados dentro del bloque de la Unión Europea por el freno al suministro de gas y petróleo ruso adoptado como sanción por la guerra en Ucrania.
El Congreso del partido de Los Verdes alemanes aprobó, como medida provisional y tras un duro debate interno, respaldar la prórroga para el funcionamiento de las centrales nucleares ante la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.
La fuerza ecologista indicó, sin embargo, que no respalda que se fabrique una sola barra más de combustible nuclear, en un debate clave dado el peso que tiene la formación dentro del Gobierno de coalición que lidera el socialdemócrata Olaf Scholz.
El ministro de Economía y líder de Los Verdes, Robert Habeck, logró así frenar una moción presentada por las bases de la formación para vetar la ampliación del plazo del cierre de las centrales de Neckarwestheim 2 y de Isar 2, en el sur de Alemania.
El funcionario reconoció que las medidas aprobadas podrían ser dolorosas para Los Verdes, "pero jamás nos equivocaremos sobre cuál es el problema y cuál es la solución: los combustibles fósiles y la energía nuclear son el problema".
La tercera central nuclear alemana aún en funcionamiento, la de Emsland, cerca de Países Bajos, tendrá que cerrar a finales de este mismo año, como estaba inicialmente previsto, según lo aprobado por Los Verdes.
El Partido Demócrata Libre, tercer socio de la coalición de Scholz, defiende en cambio mantener el funcionando Emsland incluso más allá de la primavera de 2023.
Alemania, principal economía dentro de la Unión Europea, es uno de los países más afectados dentro del bloque por el freno al suministro de gas y petróleo ruso adoptado como sanción por la guerra en Ucrania.