Un total de 883 ejecuciones se registraron en el mundo en 2022, un número récord desde 2017, asegura Amnistía Internacional (AI) en su informe anual sobre la pena de muerte, publicado el martes (16.05.2023), denunciando una "ola de asesinatos" en algunos países.
Mirá tambiénPena de muerte: el caso del asesino y violador serial Richard Choque reaviva el debate en Bolivia"El número de ejecuciones registradas en 2022 alcanzó su nivel más alto en cinco años, con los principales países responsables de este récord en Oriente Medio y el Norte de África entregados a una ola de asesinatos", fustigó la oenegé de defensa de los derechos humanos.
El informe contabiliza 883 personas ejecutadas en 20 países en 2022, un aumento del 53% con respecto al año anterior. "Este aumento drástico de las ejecuciones, sin tener en cuenta las miles que probablemente tuvieron lugar en China el año pasado, se debe principalmente a países de Oriente Medio y el Norte de África, donde las cifras registradas aumentaron de 520 en 2021 a 825 en 2022", dijo AI.
Los principales países señalados
El 90% de las ejecuciones conocidas fuera de China -por decapitación, horca, inyección letal o disparo- ocurrieron en tres Estados: Irán, que pasó de 314 en 2021 a 576 en 2022; Arabia Saudí, que saltó de 65 a 196 (su récord registrado por AI en 30 años); y Egipto, que bajó de 83 a 24.
Arabia Saudita "llegó a ejecutar a 81 presos en un solo día", afirma Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. Señala también a Irán, donde "en un intento desesperado por sofocar la protesta popular, las autoridades quitaron la vida a personas que solo estaban ejerciendo su derecho a manifestarse".
Les siguen en la tabla Estados Unidos -el único de América-, que pasó de 11 en 2021 a 18 en 2022; Irak (que bajó de 17 a 11); Singapur (11); Kuwait (7); Somalia (con al menos 6); Sudán del Sur (5); el Estado de Palestina (5); y Yemen (4). Bangladesh y Birmania registraron 4 y Bielorrusia y Japón 1, y se desconocen las estadísticas en Afganistán y Siria, indica AI.
Amnistía Internacional subraya que el número total de ejecuciones en el mundo en 2022 fue en realidad "considerablemente más alto" de lo registrado, ya que "el secreto que rodea el uso de la pena de muerte sigue impidiendo una evaluación precisa en varios países, como China, Corea del Norte y Vietnam".
Sin embargo, el informe destaca "un rayo de esperanza": seis países abolieron total o parcialmente la pena de muerte en 2022. Kazajistán, Papúa Nueva Guinea, Sierra Leona y la República Centroafricana la abolieron para todos los delitos, mientras que Guinea Ecuatorial y Zambia la eliminaron solo para delitos de derecho común.
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