La expresidenta Jeanine Áñez, detenida desde hace más de un mes por el caso “golpe de Estado”, continúa sin consumir la comida del Centro de Orientación Femenina de Miraflores y recibe alimentos que sus hijos le llevan hasta ese recinto dos veces cada día, informó este viernes Juan Carlos Limpias, director nacional de Régimen Penitenciario.
“Nosotros hemos permitido que la familia, en este caso la hija y el hijo, vayan constantemente al centro penitenciario; todos los días ellos llevan alimentación (…) a la señora Áñez porque (tienen) una susceptibilidad de que podríamos cometer algún ilícito. (Por tanto, la exautoridad) no come la comida del penal y nosotros entendemos su susceptibilidad”, confirmó Limpias en una entrevista con La Razón Radio. Sin embargo, aclaró de manera enfática que la normativa vigente permite que si una o un privado de libertad quiere “mejorar su alimentación” lo puede hacer, por lo que descartó que se trate de algún tipo de “privilegio” exclusivo de la expresidenta.
Tenés que leerBolivia: Áñez atraviesa un cuadro depresivo en la cárcel y se declaró en huelga de hambreSus familiares “están dejando todos los días y dos veces por día la comida, (pero) no en el lugar donde se hace la requisa, sino ellos dejan en el espacio donde está la señora Áñez y lo que sí no está permitido es el contacto (físico) porque estamos cuidando los centros penitenciarios del COVID-19”, detalló. La exmandataria fue aprehendida en horas de la madrugada del 13 de marzo en la ciudad de Trinidad y luego trasladada a La Paz, donde fue imputada por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración, y posteriormente derivada a la cárcel de Obrajes en calidad de detenida preventiva.
En ese centro penitenciario empezó a presentar algunos problemas de salud por su presión alta y su familia intentó trasladarla a un hospital, pero Régimen Penitenciario, bajó decisión judicial, decidió transferirla a la cárcel de Miraflores porque, en criterio de Limpias, ese centro tiene mejores condiciones para atender su situación médica. Ahora —según Limpias— Áñez permanece en un “espacio de salud” separado del resto de la población penal, en un sector “totalmente seguro y en óptimas condiciones”. Pero igual es un “área común, donde (tiene) la ducha y el baño, que no es personal”, subrayó.
Además, dio a conocer que la exautoridad despierta como todas las reclusas entre las 06.30 y 07.00 para el llamado de la lista, aunque en su caso no baja hasta el patio, como las otras detenidas, para ese control diario de seguridad. “La lista, el control de seguridad (de Áñez), se lleva en el mismo espacio (donde se encuentra) y, por supuesto, entendemos también la situación de salud y emocional por la que estaba travesando (…) y, seguramente, con el transcurso del tiempo, ella estará en algunas otras actividades (como el resto de la población penal) porque eso también ayuda a asimilar una privación de libertad”, indicó.
Entonces —de acuerdo al Director de Régimen Penitenciario— la exmandataria “no está en condiciones deplorables”, como en algún momento se denunció para alegar que se estaban vulnerando sus derechos humanos. “Y creo que la familia también así lo ha corroborado y por eso ellos mismos nos han pedido, mediante un escrito, que permanezca ahí después de (que la reclusa ya cumplió su) cuarentena preventiva”, señaló.
Además, remarcó que todas las organizaciones o instituciones defensoras de derechos humanos, que ingresaron a constatar la situación de Áñez, han verificado “todo lo que manifiesta” Régimen Penitenciario. Incluso, hasta “creo que (nos) han felicitado por el trabajo humanitario que está realizando en la administración penitenciaria respecto a este caso y otros”, puntualizó en relación al criterio del Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.