El joven de 23 años que mató a tiros a cinco personas el año pasado en un club LGBTQI+ en Estados Unidos fue sentenciado este lunes a cadena perpetua luego de declararse culpable ante un tribunal del estado de Colorado, donde ocurrió la matanza.
Se trata de Anderson Lee Aldrich, el joven enfrentaba más de 300 cargos criminales por el ataque perpetrado el 19 de noviembre de 2022 en la ciudad de Colorado Springs.
El joven de 23 años que mató a tiros a cinco personas el año pasado en un club LGBTQI+ en Estados Unidos fue sentenciado este lunes a cadena perpetua luego de declararse culpable ante un tribunal del estado de Colorado, donde ocurrió la matanza.
Anderson Lee Aldrich enfrentaba más de 300 cargos criminales por el ataque perpetrado el 19 de noviembre de 2022 en la ciudad de Colorado Springs.
Aldrich fue acusado de asesinato en primer grado, intento de asesinato y de cometer delitos motivados por prejuicios, entre otros cargos.
La sentencia a cadena perpetua llegó apenas siete meses después del tiroteo y ahorra a las familias de las víctimas y a los sobrevivientes un juicio largo y potencialmente doloroso.
El joven compareció ante un tribunal del condado de El Paso y se declaró culpable de cinco cargos de asesinato y 46 cargos de intento de asesinato, uno por cada persona en el Club Q la noche del tiroteo.
“Esta cosa sentada en esta sala del tribunal no es un ser humano, es un monstruo”, dijo Jessica Fierro, madre de una chica cuyo novio fue asesinado por Aldrich.
“Usted atacó a un grupo de personas solo por su simple existencia”, dijo el juez Michael McHenry al acusado antes de leer la sentencia condenatoria.
Luego de irrumpir en el "Club Q" y de abrir fuego con un rifle de asalto estilo AR-15, matando a cinco personas e hiriendo a otras 18, Aldrich fue neutralizado y dominado por dos clientes.
“Intencionalmente y después de una deliberación causé la muerte de cada víctima”, dijo Aldrich al juez Michael McHenry.
Ese fue el más reciente de una larga lista de ataques a lugares frecuentados por la comunidad LGBTQI+ en Estados Unidos, el más mortífero de los cuales se cobró 49 vidas en un club nocturno en Orlando, en el sureño estado de Florida, en 2016.
Al menos un año antes del ataque, Aldrich había insinuado sus planes de llevar a cabo ataques violentos a sus familiares.
En junio de 2021, los abuelos de Aldrich dijeron a las autoridades que se les advirtió que no se interpusieran en el camino de un plan para almacenar armas, municiones, chalecos antibalas y una bomba casera para convertirse en “el próximo asesino en masa”. Aldrich fue arrestado después de un enfrentamiento con oficiales SWAT que fue transmitido en vivo en Facebook.
Sin embargo, los cargos contra Aldrich fueron desestimados en julio de 2022 después de que la madre y los abuelos de Aldrich, las víctimas del caso, se negaron a cooperar con los fiscales, evadiendo los esfuerzos para entregarles citaciones para testificar, según documentos judiciales revelados después del tiroteo.
Otros familiares le dijeron a un juez que temían que Aldrich lastimara a sus abuelos si era liberado, pintando una imagen de una persona aislada y violenta que no tenía trabajo y recibió 30.000 dólares que se gastaron en gran parte en la compra de impresoras 3D para fabricar armas, mostraron los registros.
Con más armas de fuego que habitantes, Estados Unidos -cuya población es de casi 340 millones- tiene la tasa más alta de muertes relacionadas con su uso entre los países desarrollados: 45.000 fallecidos en 2020 y más de 49.000 en 2021.
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