El Litoral
El proyecto de ley del Brexit, que apunta a incorporar la legislación de la Unión Europea (UE) al acervo jurídico británico, fue aprobado por la Cámara de los Comunes y la iniciativa pasará ahora a la Cámara de los Lores.
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Télam
El objetivo de la iniciativa es que el Reino Unido incorpore la legislación comunitaria a fin de que los mecanismos del Estado continúen funcionando sin interrupción cuando se produzca efectivamente su salida de la UE, explicó la agencia de noticias EFE.
Los diputados que votaron a favor del proyecto fueron 324 y 295 los que se opusieron.
Pese a no votar en contra del proyecto de ley, los diputados del Partido Conservador al que pertenece la primera ministra, Theresa May, plantearon una serie de objeciones a la política del Brexit del gobierno. Ahora, la Cámara de los Lores, donde el partido de May no tiene mayoría, debatirá el proyecto a partir de finales de enero y podría introducir modificaciones que obligarían a los Comunes a evaluar de nuevo la norma.
También la diputada conservadora Justine Greening, quien fue removida como ministra de Educación hace una semana, advirtió que un "Brexit duro" que "no funciona para los jóvenes no sería sostenible". "Represento a un distrito electoral muy joven aquí en Londres y la conclusión es que, mirando hacia el futuro, si el Brexit no funciona para los jóvenes en nuestro país, al final no será sostenible", afirmó.
Por su parte, el ministro del Brexit, David Davis, celebró la aprobación del proyecto en esta etapa y aseguró que desde el principio el enfoque ha sido trabajar constructivamente con los parlamentarios de toda la Cámara.
En la sesión, los diputados conservadores contaron una vez más con el apoyo del Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP) para rechazar las enmiendas que había presentado la oposición en la última fase de la tramitación en los Comunes.
El texto aprobado incluye la enmienda que se vio forzado a admitir el gobierno cuando 11 diputados "tories" se rebelaron contra la disciplina de partido en diciembre. Esa cláusula obliga al Ejecutivo a someter a votación en el Parlamento el acuerdo sobre los términos de salida de la UE al que llegue con Bruselas.
Las presiones internas forzaron asimismo a May a modificar el proyecto de ley para especificar que la fecha prevista para el Brexit, el 29 de marzo de 2019, puede modificarse si se producen "circunstancias excepcionales".
Entre otras propuestas, la Cámara Baja rechazó una enmienda del Partido Liberaldemócrata que pedía "revocar" el Brexit en caso de que el Parlamento vote en contra del futuro acuerdo con Bruselas. Tampoco aprobó una enmienda laborista dirigida a limitar el poder que tendrá el gobierno para modificar la legislación comunitaria que se transpondrá al Reino Unido sin necesidad de pasar por el Parlamento.
El Reino Unido pretende conseguir durante la nueva fase de negociaciones con la UE, que comienza en marzo, una nueva relación comercial especial con los 27 países del bloque. Sin embargo, a medida que se acerca la nueva etapa de negociaciones, el gobierno británico enfrenta una postura de transición cada vez más dura desde la UE.
Por otro lado, según el diario The Guardian, Noruega, que no es miembro de la UE, advirtió a Bruselas que de ceder a las demandas del Reino Unido de un acuerdo comercial "especial" podría forzarla a romper sus propios acuerdos con el bloque. La UE también insiste en que el Reino Unido solo continuará disfrutando de los beneficios de los acuerdos comerciales con países no pertenecientes a la UE si es "autorizado" por Bruselas.
Mientras tanto, un documento sobre las demandas del principal negociador europeo, Michel Barnier para el período de transición, filtrado también al mismo diario, revela que la UE planea insistir en la libre circulación de personas a lo largo del período y la inclusión de personas que se muden al Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020.