Los miembros del gobierno británico aseguraron que los planes convergen ese sábado cerca del comienzo del verano, aunque aún continúan las discusiones sobre qué otros días se convertirán en feriados oficiales.
El rey Carlos III será oficialmente investido durante una tradicional ceremonia en la Abadía de Westminster a comienzos del próximo verano europeo, según informaron este miércoles funcionarios británicos. Sin embargo, el Palacio de Buckingham todavía no confirmó la fecha.
Los miembros del gobierno británico aseguraron que los planes convergen ese sábado cerca del comienzo del verano, aunque aún continúan las discusiones sobre qué otros días se convertirán en feriados oficiales.
Sin embargo, desde el Palacio de Buckingham se negaron a confirmar la fecha de coronación para el año próximo.
La coronación, casi 70 años después de la de su madre, será la pieza central de los días de celebración que marcarán el comienzo del reinado del monarca. Carlos accedió al trono y fue nombrado rey el mes pasado tras la muerte de su madre, la reina Isabel II.
Para junio del próximo año, el rey tendrá 74 años, lo que lo convertirá en la persona de mayor edad en ser coronada en la historia británica. Se ha informado ampliamente que la coronación será una versión más pequeña y modesta de las ceremonias anteriores, con espacio para representantes de diferentes religiones y grupos comunitarios en línea con la diversidad de la Gran Bretaña moderna. Charles será coronado junto a su esposa, la reina consorte Camilla.
Cuando Isabel II fue coronada en 1953, más de 8000 invitados de 129 naciones viajaron a la Abadía de Westminster en el centro de Londres, con plataformas temporales erigidas para sentar a los invitados, incluidos todos los miembros de la aristocracia británica. Las restricciones de seguridad significan que hoy en día la iglesia solo puede albergar a unas 2000 personas, lo que supone un dolor de cabeza para los planificadores.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido dedicó días a diseñar el plan de asientos para el funeral de la Reina, teniendo en cuenta las jerarquías y el protocolo diplomáticos.
La ceremonia de coronación en sí es rica en tradición. El rey está sentado en un trono conocido como la Silla de Eduardo, sosteniendo el cetro y la vara del soberano, para representar su control constitucional de la nación, y el orbe del soberano, para representar al mundo cristiano. Después de ser ungido con aceite, bendecido y consagrado por el clero mayor, a Carlos se le colocará la corona de San Eduardo en la cabeza.
La corona de San Eduardo, llamada así por el último rey anglosajón, Eduardo el Confesor, está hecha de oro macizo y presenta más de 400 piedras preciosas, incluidos rubíes, granates y zafiros. La versión que se utilizará el próximo año fue realizada originalmente para Carlos II en 1661, mide 30 centímetros de alto y pesa 2,23 kilogramos. Por lo general, se mantiene bajo vigilancia en la Torre de Londres.