Llamativa ausencia de Carlos III y Guillermo de Gales en el funeral de Constantino de Grecia
A pesar del parentesco cercano (Constantino y Felipe de Edimburgo eran primos hermanos), el rey y heredero al trono británico enviaron a la princesa Ana y a Lady Gabriella Windsor en su lugar. Del resto de Europa, en cambio, llegaron soberanos y antiguos monarcas, desde don Juan Carlos a Margarita II de Dinamarca, pasando por Alberto de Mónaco y Carlos Gustavo de Suecia.
La realeza europea se reunió para despedir a Constantino. Foto: Reuters
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Se los esperaba en Atenas, como a muchos otros miembros de la realeza, para el funeral de Constantino II de Grecia, fallecido el 10 de enero, pero al final Carlos III y su hijo Guillermo se mantuvieron al margen. Ausencias que no han pasado desapercibidas, debido a los estrechísimos vínculos entre las familias reales británica y griega. Constantino, de hecho, y el padre de Carlos, Felipe de Edimburgo, eran primos hermanos, hasta el punto de que el primer rey fue padrino tanto de Guillermo como de Harry.
En el lugar de Carlos III estuvo su hermana Ana, mientras que Guillermo envió en su lugar a Lady Gabriella Windsor, una elección muy poco habitual, ya que la royal, hija de los príncipes de Kent, está muy alejada de los compromisos de representación en nombre de la familia real. La prensa británica puso el grito en el cielo porque padre e hijo no tenían compromisos públicos de ningún tipo, pero en Londres, como es bien sabido, los problemas del momento son bien distintos y se llaman Harry.
Guillermo y Máxima de Orange, reyes de los Países Bajos. Foto: Reuters.
En Atenas, mientras tanto, ante el féretro de Constantino, envuelto en la bandera griega, había más de una cabeza coronada. Su hermana mayor, doña Sofía, estuvo presente con su hijo Felipe y la reina Letizia, pero el que más titulares acaparó quizás fue don Juan Carlos, cuya presencia en el último adiós a su fallecido cuñado se daba por hecha a la vez que generaba expectación.
Margarita de Dinamarca. Foto: Reuters
También estuvo presente casi toda la familia real de Dinamarca, por dos razones: la familia real griega desciende directamente de la danesa (Jorge I, primer rey de Grecia, era hijo de Cristián IX de Dinamarca), pero también porque Constantino II estaba casado con la princesa Ana María, hermana menor de la reina Margarita II, que también estuvo presente en el funeral. Ana María dedicó a su desaparecido marido una corona de lirios del valle, las mismas flores que componían su ramo de novia, y lució el mismo colgante en forma de cruz que el día de su boda en 1964. En la página de Instagram de la Casa Real danesa también hay muchas fotos colgadas, sacadas directamente del álbum de recuerdos de esta intrincada dinastía.
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