Siete excarabineros (policías uniformados) fueron condenados por el Tribunal Oral en lo Penal de Angol, en el sur de Chile, por el asesinato del joven mapuche Camilo Catrillanca, hecho ocurrido el 14 de noviembre de 2018 en medio de un procedimiento policial del "Comando Jungla”, un grupo enviado por el Gobierno de Sebastián Piñera a la región para controlar los hechos de violencia.
La Justicia declaró a Carlos Alarcón culpable de homicidio, por haber efectuado los disparos que provocaron la muerte del indígena, quien se encontraba conduciendo un tractor. Asimismo, otros seis exuniformados fueron condenados por apremios ilegítimos, obstrucción a la investigación o disparo injustificado, entre otros delitos. El caso impactó profundamente a la sociedad chilena y puso abrupto término a un plan de pacificación que estaba impulsando el gobierno.
Tenés que leerChile rechazó el informe que acusa a Carabineros por violaciones a los derechos humanosAlarcón también fue condenado por el homicidio frustrado del adolescente que acompañaba ese día a Catrillanca. La sentencia en años se conocerá el 28 de enero. Además de los exuniformados, desvinculados de Carabineros tras conocerse el escándalo, también habrá pena para el abogado Cristián Inostroza, luego de que Alarcón dijera que el profesional les indicó a los carabineros que entregaran una versión falsa de lo ocurrido para protegerse.
Versiones contradictorias
En su primera versión, la Policía aseguró que la muerte de Catrillanca, de 24 años, se produjo durante un enfrentamiento a raíz de la persecución de los presuntos sospechosos de un robo de tres vehículos particulares, y que no había registros gráficos del operativo, pese a que era de carácter obligatorio. Pero tras las declaraciones del joven de 15 años que acompañaba a la víctima, la institución reconoció que se destruyeron las imágenes grabadas.
El caso hizo temblar los cimientos del cuerpo de Carabineros, le costó el cargo al entonces general director de Carabineros, Hermes Soto, y puso en jaque el puesto de quien era ministro del Interior, Andrés Chadwick, al que se le acusó de defender la versión falsa de los hechos. Otros políticos, como el senador de derecha Felipe Kast, aseguraron haber visto videos del enfrentamiento, videos que no existían.
La Fiscalía demostró que lo relatado por la Policía era falso. "Las pruebas del juicio establecen que idearon de forma previa una estrategia de ir a declarar a la Fiscalía y, en definitiva, aportaron falsos antecedentes a la investigación", sentenció el juez Francisco Boero.