En Londres no sentó nada bien que la nueva Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong entrara en vigor el miércoles a las 23.00, tan solo una hora antes de que se cumplieran 23 años desde que la ex colonia británica regresara a dominio chino. Boris Johnson ya había avisado que la legislación suponía "un claro incumplimiento de las obligaciones de China cuando firmaron el tratado en 1997". Ayer, en el Parlamento británico, mientras en Hong Kong miles de ciudadanos tomaban las calles en protesta por la nueva ley, Johnson reiteraba su intención de abrir las puertas de la ciudadanía británica a tres millones de hongkoneses.
Tenés que leerLondres denuncia "violación manifiesta de la autonomía" de Hong KongHoy le ha tocado responder a Pekín. En el gigante asiático han dejado claro que tomarán represalias contra Reino Unido en el caso de que otorguen la residencia o ciudadanía a los habitantes de Hong Kong que huyan de la dura ley que pone en peligro la autonomía de la que habían gozado en todos estos años. "China se reserva el derecho de tomar más medidas. La parte británica tendrá todas las consecuencias", ha dicho en una rueda de prensa Zhao Lijian, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino. Desde Pekín apuntan a que Reino Unido no tiene derecho a otorgar la residencia a los hongkoneses.
Desde la Embajada de China en Londres también insistieron en un comunicado en que "si la parte británica hace cambios unilaterales en la práctica pertinente, violará su propia posición y sus compromisos, así como el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales". Para el embajador chino, Liu Xiaoming, estaba claro que "todos los compatriotas chinos que residen en Hong Kong son ciudadanos chinos, sean o no poseedores del pasaporte ciudadano de los territorios dependientes británicos o del pasaporte nacional extranjero británico (350.000 hongkoneses lo tienen)".
El traspaso de soberanía de Hong Kong lo acordó en 1984 la primera ministra británica, Margaret Thatcher, con el líder chino Deng Xiaoping. Entonces había muchas dudas sobre si China iba a ser capaz de respetar el grado de autonomía de la ciudad- su propio sistema legal, partidos políticos y derechos que incluyen la libertad de expresión y reunión-, así como el principio conocido como 'un país, dos sistemas' durante las cinco décadas acordadas. Ahora, Londres prevé modificar las cláusulas del pasaporte británico de ultramar (BMO) para facilitar a los poseedores la instalación en el Reino Unido. En principio, 2,9 millones de hongkoneses, todos los que nacieron antes de 1997, tendrían derecho a ese documento.