Más de un centenar de países cerraron sus fronteras para evitar que la variante Delta del coronavirus -más virulenta y contagiosa- se propague sin control, mientras otros tantos las mantienen abiertas aunque con algunas restricciones. Sólo cinco tienen completamente habilitado el ingreso.
La rápida propagación de la mutación del coronavirus impulsó a varios países de Europa a restablecer las cuarentenas de viaje, mientras que varias ciudades de Australia están bloqueadas por un rebrote y Japón, que se prepara para los Juegos Olímpicos, está lidiando con contagios entre los atletas llegados del extranjero.
La variante está causando preocupación incluso en los países que más han avanzado en su campaña de vacunación, como el Reino Unido, donde pese a que casi la mitad de la población ya recibió la pauta completa, el Gobierno se vio obligado a posponer un mes el levantamiento de las restricciones de viaje al notar que los nuevos contagios se duplicaron en menos de 10 días.
Toda Europa se encuentra en la lista amarilla del semáforo epidemiológico británico, con la única excepción de Gibraltar, las Islas Baleares y Malta.
Es decir que el Reino Unido no permitirá a sus ciudadanos viajar a ninguno de sus destinos de veraneo favoritos a menos que se sometan previamente a un test en el aeropuerto de origen y a otros dos a la vuelta, al mismo tiempo que les exigirá cuarentena al regreso de sus vacaciones.
España, por su parte, habilita el ingreso a todos los viajeros que presenten un documento de salud que diga que cumple con algunos de los tres requisitos exigidos: pauta completa con alguna de las vacunas aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) o la OMS, test negativo en las 48 horas previas al viaje o certificado de superación de la enfermedad.
Alemania, en tanto, prohibió el ingreso a los viajeros desde Portugal y Rusia, que solo serán admitidos en caso de ser alemanes o que tengan permiso de residencia en el país. En cualquier caso, deben hacer cuarentena.
Francia, por su parte, solo abre las puertas a los ciudadanos europeos y a los de un número limitado de países que para ingresar deben presentar un test negativo y autoaislarse al llegar.
Estados Unidos recibe viajeros de la mayoría de los países y les exige un test negativo. Algunos estados piden cuarentena.
China, en cambio, mantiene las fronteras cerradas a extranjeros sin permiso de residencia y sólo permite entrar a sus nacionales con un test negativo realizado en las 72 horas previas además de exigirles realizar cuarentena.
Japón, que desde el comienzo del año viene planificando su estrategia para poder realizar los Juegos Olímpicos de Tokio, suspendidos el año pasado por la pandemia, prohíbe el ingreso a extranjeros, salvo residentes o casos humanitarios esenciales.
Pese a los cuidados, en las últimas semanas detectó varios casos de Covid-19 entre los atletas extranjeros que ya se encuentran en el país.
En la región, en tanto, Chile sobresalió esta semana al renovar el cierre de fronteras que ya regía en el país para extranjeros no residentes y restringió la salida de sus nacionales, que solo podrán abandonar el país por asuntos esenciales y al regresar estarán obligados a hacer cuarentena.
En cualquier otro caso, el Gobierno advirtió que "la persona que sale no vuelve".
Brasil, por su parte, permite el ingreso con la presentación de un test negativo realizado 72 horas antes y en algunas ciudades se exige cuarentena, al igual que Bolivia.
Paraguay, Perú y Colombia, en tanto, dejan ingresar a cualquier persona que presente un test negativo. En el caso de los dos primeros debe estar realizado con 72 horas de anticipación mientras que en el último caso se hace unas horas antes y si el resultado no está listo, las aerolíneas los pueden aceptar, pero deben testearse y hacer cuarentena al llegar.
Ecuador exige un test negativo con no más de 96 horas de anticipación o certificado de vacunación completa y cuarentena al llegar.