Esposado de pies y manos y entre un dispositivo de seguridad reforzado tras un intento de fuga, Stephan B. compareció ante la audiencia de Magdeburgo (este) para responder por un ataque que desató las alarmas sobre el persistente fanatismo antisemita.
Tenés que leerDos muertos tras ataque a una sinagoga en AlemaniaQue el pasado 9 de octubre la ciudad de Halle no se convirtiera en escenario de un baño de sangre entre la comunidad judía se debió a que la puerta del templo no cedió a los veinte disparos que realizó desde su exterior el acusado, de acuerdo a la Fiscalía. En el interior de la sinagoga estaban congregados 52 fieles para la fiesta judía de Yom Kipur. Frustrado su propósito de derribar la puerta, lanzó sus explosivos al patio interior por encima de la valla.
En la misma calle disparó y mató a una mujer de 40 años que se encontraba cerca del templo; luego entró en un local cercano de comida rápida turca, abrió fuego indiscriminadamente y provocó su segunda víctima mortal, un cliente de 20 años. En su huida dejó varios heridos, incluido un policía. Fue detenido tres horas después de haber salido de su casa.
También en el local turco su intención había sido causar el máximo número de muertos posible, según el pliego del Fiscal general, Peter Frank. Había dejado un manifiesto, donde dejó claro su plan de perpetrar una matanza "de dimensión global" y de transmitirla a través de su cámara de vídeo.
La Fiscalía imputa al acusado doble asesinato, intento de asesinato múltiple, lesiones físicas e incitación a la violencia. Actuó, según la acusación, movido por su fanatismo "antisemita, racista y xenófobo" y pretendía "socavar el orden democrático" del país. El juicio se celebra en Magdeburgo por disponer de mejores condiciones de aforo y seguridad que en Halle, a unos 90 kilómetros. El tribunal contempló 18 días de audiencia para el juicio, que durará previsiblemente hasta mediados de octubre.