El Litoral
Los países vecinos de Corea del Norte siguieron este martes con atención la cumbre entre el líder del país comunista, Kim Jong-un, con el presidente estadounidense, Donald Trump.
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China, Corea del Sur, Japón y Rusia tienen sus propios intereses en relación con el desarme nuclear al que se volvió a comprometer hoy Kim, aunque sin promesas concretas. Estas son algunas de las expectativas y reacciones de los países vecinos.
Corea del Sur: un impulso para su reconciliación con el norte
Antes que con Trump, Kim ya se reunió con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en una histórica cumbre en abril en Panmunjom, en la frontera desmilitarizada (DMZ) que separa los dos países desde la división con que terminó en 1953 la Guerra de Corea. Sin embargo, nunca se cerró un acuerdo de paz, por lo que las dos Coreas siguen técnicamente en guerra.
En aquel encuentro, Moon y Kim acordaron avanzar hacia la desnuclearización de la península coreana y una reconciliación definitiva entre los dos países. Moon apuesta por el diálogo para resolver el conflicto nuclear norcoreano y desmantelar su programa de armas.
El encuentro de hoy pareció acercar un poco más los objetivos del vecino del sur. Trump aseguró que "el estado de guerra pronto terminará". Sin embargo, Estados Unidos, un aliado clave de Seúl, anunció el fin de sus maniobras militares conjuntas con el país, como exigía Pyongyang.
Estas maniobras son una parte importante del acuerdo de seguridad entre ambos países. Washington tiene en la actualidad 28.500 soldados estacionados en el país aliado como elemento disuasorio de las amenazas norcoreanas.
En su primera reacción, Moon no se refirió a ese hecho y se limitó a felicitar a los dos líderes por el "éxito de la histórica cumbre" y por su "coraje" y "valientes decisiones" hacia el cambio.
China: seguridad en la frontera y ventajas económicas
Como principal aliado de Pyongyang y socio comercial, China lleva tiempo defendiendo el diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte. Hoy saludó el resultado de la cumbre como un "avance importante" en el fomento de la desnuclearización. China valora mucho las positivas decisiones políticas y espera que haya más encuentros entre ambos, señaló.
La seguridad de China está directamente relacionada con la de Corea del Norte, pues los dos países comparten frontera. Pekín quiere además evitar el colapso del régimen de Kim, que probablemente provocaría una avalancha de refugiados en sus fronteras.
Además, el Gobierno chino busca desempeñar un papel mayor en las conversaciones de paz y su presidente, Xi Jinping, se ha reunido con Kim dos veces en los últimos tres meses, una en Pekín (en la primera visita de Kim al extranjero en siete años de mandato) y otra en mayo en la ciudad de Dalián, en el noreste de China. Hoy, China reiteró su disposición a cooperar con todas las partes implicadas.
China apoya el desarrollo económico de Corea del Norte. Los analistas creen que de levantarse las sanciones contra Pyongyang, China sería uno de los países que más ayudarían a poner en pie su economía.
Japón: solución a la cuestión de los secuestrados y tranquilidad
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, valoró hoy la cumbre como "un primer paso hacia una solución integral de los diversos problemas con Corea del Norte".
Muy cuestionado por la oposición por escándalos de nepotismo, Abe se ha mostrado casi desesperado por resolver la cuestión de los japoneses secuestrados por Corea del Norte hace décadas, en espera de que ello le aporte rédito político.
Abe agradeció hoy que Trump mencionara el tema en su encuentro con Kim, al tiempo que manifestó su deseo de resolverlo de forma bilateral con Pyongyang. El tema es el mayor obstáculo para la normalizaciónd de relaciones entre los dos países.
Tokio alega que Pyongyang secuestró a al menos 17 japoneses en las décadas de los 70 y los 80 para obligarlos a enseñar la lengua y cultura japonesas a agentes norcoreanos. Cinco de los 17 volvieron con vida a Japón en 2002. Corea del Norte asegura que otros ocho murieron y ha negado que los cuatro restantes entraran en algún momento al país.
Pyongyang da por resulta la cuestión y responsabiliza a "reaccionarios" en Japón de magnificar la cuestión.
La paz en la península coreana también aportaría a Japón cierta tranquilidad, después de que Pyongyang realizara en septiembre un ensayo nuclear y disparara en torno a 20 misiles el año pasado, algunos de los cuales sobrevolaron tierra firme nipona. Su preocupación quedó de manifiesto en las últimas horas: la cumbre de Trump y Kim no impidió que Japón lanzara hoy su último satélite espía para vigilar las instalaciones militares de Corea del Norte.
Rusia: mayor cooperación con Corea del Norte
Rusia busca aumentar la cooperación con Corea del Norte y le ha ofrecido su apoyo para desmantelar su arsenal nuclear con el fin de que las sanciones contra el país puedan ser levantadas. El objetivo de Moscú es ampliar la cooperación en numerosa áreas, como en comercio, ayuda humanitaria o intercambio educativo o cultural.
El viceministro de Relaciones Exteriores Serguei Riabkov señaló hoy en Moscú que los resultados de la cumbre suponen "un importante paso hacia adelante". "Por supuesto, el diablo está en los detalles y es necesario resolver los pormenores", matizó.
Rusia pidió también la continuación de las conversaciones para el desarme de Corea del Norte en el antiguo formato a seis bandas, con las dos Coreas, Japón, Estados Unidos, China y Rusia.
Rusia comparte frontera con Corea del Norte y tiene relaciones relativamente estrechas con el país. Sin embargo, tiene una posición delicada: por un lado, no acepta a Pyongyang como potencia nuclear, pero al mismo tiempo apoya a Corea del Norte en su pulso con Estados Unidos.
Con un acercamiento entre Trump y Kim, Rusia teme además perder peso en el proceso de diálogo.
Con información de dpa.