Ningún caso ha requerido hospitalización ni, mucho menos, ha resultado una fatalidad. Al menos por ahora. El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York, en el que entre otras circunstancias se supervisa la exposición de los ciudadanos a los productos químicos del hogar, recibió más de 30 llamadas de alerta en el periodo de las 18 horas posteriores a que el presidente Donald Trump sugiera la cura mágica contra el coronavirus de “inyectarse” desinfectantes, según confirmó este sábado el citado centro.
Stephen Hann, comisionado de la agencia federal de Alimentos y Medicamentos (FDA), por sus siglas en inglés, avisó que “nunca se deben ingerir estos productos”, mientas que Jerome Adams, cirujano general de la Casa Blanca, tuiteó: “Por favor, siempre habéis de preguntar a vuestro médico antes de que adoptéis un tratamiento o toméis medicación, tanto vosotros como vuestros seres queridos”. Incluso los fabricantes de estos productos salieron rápido a hacer sonar las alertas.
Tenés que leerCoronavirus: Donald Trump sugirió ingerir desinfectantesEn el estado de Maryland, emergencias del gobierno estatal recibió más de cien llamada de residentes que solicitaban información sobre inyectarse lejía
No era una alarma infundada, comos se ha visto. Solo en el estado de Maryland, las líneas de emergencia del gobierno estatal recibió más de cien llamada de residentes que solicitaban información sobre si inyectarse lejía era realmente una cura para Covid-19.
Los casos de Nueva York van un paso más allá, por cuanto ese Centro de Control, una sección del Departamento de Sanidad de la Gran Manzana, se refirió a “exposiciones” a los desinfectantes. Si se compara con la misma fecha del pasado año, los casos se han triplicado, porque entonces escasamente llegaron a la decena.
En ese marco de 18 horas, las comunicaciones hicieron referencia en nueve ocasiones a Lysol, una de las nombradas en aquella rueda de prensa, once a lejía y otras once aludieron a otros productos de limpieza. En la comparación al pasado año, no hubo ni una referencia a Lysol.
Este viernes, la portavoz de prensa de la Casa Blanca culpó a los “fake news” de “irresponsables” por sembrar el pánico “sacando de contexto” lo que había dicho el presidente. Pero Trump, que utilizó la palabra “inyectar” desinfectantes “casi como una limpieza”, desmintió luego a su portavoz. Confirmó plenamente sus palabras, aunque matizó que lo había dicho con “sarcasmo”.
Su recurso al sarcasmo es habitual. Fue un sarcasmo cuando pidió a Rusia que pirateara los emails de Hillary Clinton o también fue un sarcasmo que durante mucho tiempo repitiera que Barack Obama fundó el Estado Islámico.
En esta ocasión, un periodista nada sospechoso como John Roberts, corresponsal de la Fox en la Casa Blanca, explicó en directo que a él no le pareció en absoluto que Trump utilizara un sarcasmo cuando se refirió a esas inyecciones.
La intervención de Trump, en presencia de la doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo que lucha contra el virus, también ha provocado que muchos se planteen la necesidad de que esos asesores médicos se atrevan a corregir al presidente cuando lanza esas ideas nada científicas y peligrosas.