dpa
dpa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró hoy como zona de riesgo de fiebre amarilla a todo el estado brasileño de San Pablo, donde está la metrópoli más grande de Sudamérica.
La advertencia incluye una recomendación de vacuna con diez días de antelación para todas las personas que viajen a San Pablo, el estado más poblado de Brasil con unos 44 millones de habitantes. En la ciudad de San Pablo viven unos 12 millones de personas.
‘Brasil está viviendo un aumento de la actividad de la fiebre amarilla desde diciembre de 2016‘, señaló el comunicado de la OMS, que ya incluía algunas regiones paulistas en anteriores advertencias de viaje por fiebre amarilla.
Otros 15 estados brasileños y la capital, Brasilia, están bajo observación por posibles casos de contagios, añadió el organismo.
Las autoridades brasileñas reportaron en los últimos días un fuerte aumento de los casos de fiebre amarilla en la zona de mayor densidad de población del país, la región industrial del sureste que abarca a los estados de San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro.
En total, en los tres estados se reportaron al menos 34 muertes por fiebre amarilla desde enero de 2017. San Pablo sufrió el mayor aumento de casos en lo que va de ese año, con 11 víctimas mortales. En todo el año pasado fueron 10 casos.
La demanda por vacunas contra la dolencia se disparó en San Pablo en los últimos días. Debido a las largas colas en los centros médicos, el Ministerio de Salud anunció el envío de un millón de vacunas adicionales a San Pablo, con la expectativa de que se puedan vacunar 7,3 millones de personas en 53 municipios paulistas.
Río de Janeiro reportó el lunes cuatro muertes por fiebre amarilla en este año. Minas Gerais, que registra casos de la dolencia desde hace tiempo, reportó nueve muertes desde enero de 2017.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, que puede conducir a la muerte en algunos casos. La enfermedad se caracteriza por causar en los afectados una coloración amarilla en la piel (ictericia), así como fiebre, dolor de cabeza y vómitos, entre otros síntomas. La dolencia es endémica en varias zonas tropicales de Sudamérica, Centroamérica y África.