El Litoral
Al menos tres muertos y 110 heridos causó el descarrilamiento de un tren en su entrada a la ciudad de Milán, en el norte de Italia.
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DPA
Siete de los heridos sufren lesiones que ponen en riesgo su vida, 10 están graves pero no en situación crítica y 80 sufrieron heridas leves, señaló la portavoz.
Las víctimas mortales son todas mujeres, informó a la prensa el presidente del Parlamento regional, Raffaele Lombardo, tras visitar el lugar del accidente. "Era la hora de ir a trabajar, el tren estaba lleno", dijo al canal SkyTG24 Chiara Ambrosio, vicejefa de Policía de Milán.
Un portavoz de los bomberos dio una cifra algo distinta de los heridos e indicó que hay cinco en situación crítica, ocho graves y unos 100 con heridas leves.
El convoy del Trenord había salido de la ciudad de Cremona, ubicada a unos 90 kilómetros al sudeste de Milán, a las 05:30 (04:30 GMT) y descarriló en torno a las 07:00 de la mañana cerca de Pioltello, a las afueras de Milán.
"Todo iba bien y de pronto el tren empezó a sacudirse, después escuchamos un golpe y los vagones descarrilaron", relató a los medios un superviviente.
Fuentes de los ferrocarriles Rete Ferroviaria Italiana (RFI) señalaron que en el momento del accidente viajaban en el tren unas 350 personas y que el convoy tenía cuatro vagones y no seis como se dijo al principio.
Los equipos de rescate tardaron tres horas en sacar a todos los heridos y víctimas de los vagones dañados. En la televisión se veía a helicópteros llevando a los heridos a los hospitales.
Al parecer sólo descarrilaron dos vagones. Las informaciones iniciales sobre un supuesto problema en un desvío ferroviario fueron desmentidas por los expertos desplazados al lugar.
"Hubo un problema estructural en la vía", dijo a la prensa Vincenzo Macello, de RFI. "Es prematuro para determinar qué pasó".
Los agentes que acudieron al lugar junto con los bomberos interrogaron al conductor e iniciaron una investigación.
La línea este desde y hacia Milán fue suspendida tras el accidente y se estableció una conexión con autobuses.
El último accidente grave de trenes se había producido en Italia en julio de 2016, cuando murieron 23 personas en una colisión entre dos trenes entre Corato y Andria, cerca de la ciudad de Bari, en el sudeste del país.