El Litoral
Al menos una persona perdió la vida, según la prensa estadounidense. Se trata de un hombre que murió al caer un árbol sobre su vivienda cerca de Greensboro.
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Techos levantados, viviendas averiadas, árboles y señales de tránsito caídos, calles completamente inundadas, cortes en el servicio de electricidad y miles de damnificados dejó el miércoles la llegada del potente huracán "Michael" al noroeste de Florida, en Estados Unidos.
Al menos una persona perdió la vida, según la prensa estadounidense. Se trata de un hombre que murió al caer un árbol sobre su vivienda cerca de Greensboro, informó la CNN citando a la policía.
"Michael", tenía categoría 4 cuando tocó tierra en una zona conocida como Panhandle (término informal con el que se designa la parte más noroccidental del estado) antes de las 14:00 (18:00 GMT) con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora y fuertes descargas de lluvia que provocaron inundaciones repentinas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, indicó que el ciclón, considerado uno de los más potentes registrados en esa zona de la península desde 1851, comenzó su recorrido por el país en la ciudad de Mexico Beach y a 22 kilómetros por hora.
Sus efectos se extendieron con fuerza hacia Panama City y Apalachicola, ciudades ubicada a más de 700 kilómetros al noroeste de Miami, en el Golfo de México, que registraron la mayor afectación.
"El miedo es por los ciudadanos que no evacuaron", dijo en diálogo con la cadena CNN el gobernador del sureño estado, Rick Scott, quien pidió a los residentes mantenerse a salvo.
Scott aseguró posteriormente en una rueda de prensa que los equipos de respuesta rápida están listos para brindar ayuda "a quien la necesite" con toneladas de alimentos, agua y artículos de auxilio. "Si no es seguro salir no salga de donde está", insistió.
Asimismo, Gulf Power, la compañía que brinda el servicio de luz en esa parte de la costa floridiana, aseguró que cientos de operarios intentan reestablecer el fluido que fue suspendido a casi 200.000 usuarios.
"Michael", que subió de categoría 2 a 4 (de máximo cinco) en la escala de Saffir-Simpson antes de tocar tierra en Florida, siguió su camino hacia el noreste degradado a tormenta tropical, aunque sigue siendo peligroso.
A última hora del miércoles pasó por el sur del estado de Georgia y el NHC advirtió de posibles inundaciones debido a fuertes lluvias en parte de Georgia, el sureste de Virginia y el sur de Carolina del Norte. Según el informe más reciente del NHC, "Michael" se desplazaba con vientos sostenidos máximos de 95 kilómetros por hora.
"Este es un huracán extremadamente peligroso y sus efectos catastróficos continúan", insistió el NHC en un reporte en el que calculó inundaciones en Panhandle de más de dos metros de altura.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió en la Casa Blanca con la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Brook Long.
Durante el encuentro, el mandatario, quien piensa visitar la región entre el domingo y el lunes, reconoció que muchas de las personas potencialmente golpeadas por el huracán "viven en zonas muy pobres" y tuvieron dificultad a la hora de evacuar.
En imágenes transmitidas por la cadena CNN se vio la potencia con la que "Michael" levantó los techos y algunas paredes de varias viviendas en Panama City.
Las autoridades meteorológicas han comparado la potencia de "Michael", el séptimo huracán de la temporada de 2018 del Océano Atlántico y el primero en alcanzar la categoría 4, con el poderoso "Andrew", que en 1992 dejó más de 60 muertos tras su paso por la península.
"Michael", que viene de golpear algunas partes de Centroamérica, entre ellas El Salvador y México, comparte actividad en el Atlántico con las tormentas tropicales "Leslie" y "Nadine" que se mueven lejos de las costas estadounidenses.
Con información de dpa.