Los duques de Cambridge quieren mudarse a Windsor para estar más cerca de Isabel II. Tal y como se rumorea desde hace tiempo, el príncipe Guillermo y Kate Middleton abandonarán el palacio de Kensington el próximo verano para estar más cerca de la monarca, que se ha instalado en Windsor de manera permanente.
De modo que no se trasladarán a Fort Belvedere, el llamado "castillo olvidado" de Eduardo VIII y Wallis Simpson, como se creyó en un principio. Según informaciones de The Sun y el Daily Mail, prefieren una finca más pequeña, aunque ya han tenido que descartar Frogmore Cottage, cuyo contrato de arrendamiento acaba de renovar Harry, y Adelaide Cottage, que se encuentra ocupada en estos momentos. Parece ser que también están buscando una nueva escuela para sus hijos en Buckinghamshire, Surrey o Windsor, lo que confirma sus intenciones.
Pero la salud de la abuela no es lo único que motiva su decisión. "William y Kate quieren estar más cerca de su abuela, pero esa no es la única razón para que se muden", reveló una fuente a The Sun. "Por encima de todo, los duques quieren mantener al príncipe Andrés alejado de la reina. Su presencia junto a su majestad durante la misa conmemorativa de Felipe de Edimburgo ha dejado consternados tanto a Guillermo como a su padre, que no están nada conformes con que, tras todo lo sucedido, el príncipe Andrés pase tanto tiempo con su madre.
Para el común de los mortales, esto podría parecer simples celos, pero para los miembros de La Firma -el apelativo informal con el que se refiere a sí misma la corona británica- las cosas son un poco diferentes: "Todo fue perfecto en el homenaje, nadie puede decir lo contrario, pero la familia tiene muy claro que no hay vuelta atrás una vez se han tomado ciertas medidas. Por eso ahora temen que la presencia constante de Andrés alrededor de su madre no sea más que una estratagema para volver a la vida pública. Carlos y Guillermo creen que quiere aprovechar su cercanía con la reina para conseguir rehabilitar su imagen".
El príncipe ha sido expulsado de la vida pública tras verse implicado en los escándalos de Jeffrey Epstein y, según el diario Mirror, Carlos y Guillermo hicieron todo lo posible para evitar que Andrés tuviera una presencia tan destacada en el acto de conmemoración de Felipe de Edimburgo. Pero al parecer la soberana no tuvo en cuenta sus objeciones y quiso que el que supuestamente es su hijo favorito estuviera a su lado en un momento así de importante.
Por si fuera poco, Andrés vive cerca de la reina y, si bien cuando su majestad se vio afectada por el Covid todos se alegraron de que hubiese alguien cerca de ella (o cuanto menos, más cerca que los Wessex), ahora que la emergencia ha pasado, sus hermanos y sobrino consideran que Andrés debe "volver a su sitio, es decir, alejarse". A situaciones desesperadas, medidas desesperadas, y dado que una mudanza de Carlos y Camilla supondría un movimiento demasiado evidente, les corresponde a Guillermo y a Kate ponerse manos a la obra y empezar a empaquetar sus cosas. Al fin y al cabo, seguro que le encantaría tener a los pequeños George, Charlotte y Louis más cerca. Parece que serán los tres niños los que consigan que vuelva a reinar la paz en la familia.