En la región de Zaporizhia, una de las más particulares y sensibles en el marco de la invasión rusa al ser la de mayor presencia nuclear de Europa, tropas ucranianas llevan adelante entrenamientos enfocados en la ofensiva.
Se trata de un grupo de militares establecido en Zaporizhia que realiza tareas con fusiles, morteros y armas antitanques.
En la región de Zaporizhia, una de las más particulares y sensibles en el marco de la invasión rusa al ser la de mayor presencia nuclear de Europa, tropas ucranianas llevan adelante entrenamientos enfocados en la ofensiva.
El Litoral ingresó en una posición de trincheras montadas donde el ejército de Ucrania realiza tareas tácticas con ametralladores, fusiles y morteros que representan armamento antipersonal y antitanque.
Los actuales entrenamientos son parte de una novedad ya que casi la totalidad de los mismos ya no se ven relacionados al cómo defenderse. Una particularidad que demuestra aparentemente la intención que posee Ucrania en este momento de la guerra.
Uno de los armamentos utilizados son los morteros MK19 de 60 mm, capaces de destruir coches blindados con acero de 15 mm y de lanzar hasta 350 minas a 1.700 metros.
Los soldados complementan sus lanzamientos con elementos de medición del viento, los cuales les brindan datos para regular el fuego según las condiciones climáticas.
Además, poseen drones que colaboran en el reglaje de los disparos, lo que demuestra la importancia de poseer la capacidad de agregar accesorios que permitan el ahorro de recursos, no sólo militar, sino también humano a la hora de desarrollar los combates.
En el sitio de la configuración de las trincheras, tres soldados dialogaron con El Litoral. El primero de ellos, el más experimentado, declaró ya sentirse preparado para el uso de este tipo de armas en específico. “Entrenamos mucho y siempre estamos desarrollando nuestras capacidades”, indicó el ucraniano.
También destacó que aún es difícil probar con exactitud sus capacidades para el combate, pero cree que se trabaja bien y que los más jóvenes “adoran ese mortero”.
Otro de los miembros de las tropas ucranianas, apodado “El Gato”, comentó que al unirse como voluntario en la primavera pasada (otoño en Argentina) inició su primera experiencia militar tras el servicio obligatorio.
Luego, respecto a sus capacidades fue un poco más realista: “Yo creo que estoy preparado en un 80%, siempre hay que perfeccionar. Si hay 10 blancos le pego a 8 seguro”.
“Lo más importante es ganar la guerra. Después regresaré a mi vida pacífica”, sentenció.
“El Coyote”, una más que posee un peculiar apodo, también resaltó que sólo había participado del servicio obligatorio militar en 2019 y que este 26 de febrero se alistó al ejército.