El asesinato de científicos nucleares no logrará detener el progreso de Irán, aseguró el vicepresidente iraní Mohamed Reza Rahimi, tras condenar el atentado que hoy acabó con la vida de Mustafá Ahmadi Roshan en Teherán.
“Los enemigos deben saber que no serán capaces de impedir que la nación iraní alcance sus objetivos en los campos científicos”, dijo Rahimi en declaraciones difundidas por la televisión estatal IRIB.
Roshan, un científico nuclear y profesor universitario de 32 años que trabajaba en la planta nuclear de Natanz (centro), falleció hoy al explotar una bomba adosada a su coche en el norte de la capital.
Este atentado es el último de una serie de ataques en los dos últimos años en los que han muerto prominentes científicos iraníes, supuestamente vinculados al controvertido programa nuclear del régimen, que acusa a Israel de estar detrás de estos asesinatos.
“Los que se dicen defensores del antiterrorismo atacan a los científicos iraníes”, pero deben saber que, a su pesar, éstos “están más resueltos que nunca a avanzar en las aspiraciones de la República Islámica”, dijo Rahimi.
El vicepresidente acusó de la muerte de Roshan a “agentes de los poderes arrogantes y del régimen sionista”, en alusión a EEUU e Israel.
Además de la muerte del científico, el atentado causó heridas graves a dos personas no identificadas que se encontraban también en el vehículo y que han sido hospitalizadas.
Uno de ellos, con lesiones en las manos, las piernas y el pecho, está siendo operado en el hospital “Iranmehr”, mientras el otro herido se encuentra en estado crítico en la UCI del hospital “Resalat”, según IRNA.
Roshan, según la agencia Mehr, ocupaba en la actualidad el cargo de subdirector del departamento comercial de la central de Natanz, en el centro del país, el principal escenario de enriquecimiento de uranio del país, con unas 8.000 centrifugadoras y el lugar donde el régimen pretende producir combustible nuclear de forma industrial.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa al régimen iraní de ocultar, bajo su programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería construir armas nucleares, lo que Teherán niega.
La muerte de Roshan se produce dos años después del fallecimiento, en enero de 2010, de Majad Shahriari y Masud Ali Mohamadi, dos conocidos científicos nucleares iraníes, en sendos atentados.
En otro de esos ataques, en noviembre de 2010, resultó herido Fereydum Abasi Davani, investigador adscrito a la poderosa Guardia Revolucionaria iraní, que tras el atentado fue nombrado jefe del Organismo iraní para la Energía Atómica.
Fuente: EFE