Un ciudadano argentino y su hijo de 13 años, de nacionalidad chilena, están entre las 67 víctimas fatales del trágico accidente aéreo ocurrido este miércoles por la noche en Washington, Estados Unidos.
El hecho ocurrió este miércoles por la noche en cercanías al aeropuerto Nacional Reagan. El argentino viajaba junto a su hijo de nacionalidad chilena.
Un ciudadano argentino y su hijo de 13 años, de nacionalidad chilena, están entre las 67 víctimas fatales del trágico accidente aéreo ocurrido este miércoles por la noche en Washington, Estados Unidos.
El hombre, contador graduado en la Universidad de Buenos Aires, se había radicado en EE.UU. para continuar su formación y se desempeñaba como presidente de una empresa de energía con sede en Arlington, Virginia, a pocos kilómetros del aeropuerto. Antes de mudarse, había vivido durante varios años en Chile.
Su hijo asistía a la Escuela Argentina, un colegio ubicado en las afueras de Washington, donde estudian hijos de familias argentinas radicadas en la capital estadounidense.
El drama tuvo un desenlace aún más doloroso: la esposa y madre del menor esperaba en el aeropuerto la llegada del vuelo cuando presenció el impacto entre las aeronaves. Desde ese momento, la desesperación se apoderó de la escena hasta que las autoridades confirmaron que el avión siniestrado era el que trasladaba a su familia.
El choque ocurrió cerca de las 21:00 hora local, cuando el avión comercial Bombardier CRJ700, con 60 pasajeros a bordo, se preparaba para aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington tras haber partido de Wichita, Kansas.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA), la aeronave colisionó en el aire con un helicóptero Sikorsky H-60 del ejército estadounidense, provocando que ambas caigan en el río Potomac.
El presidente Donald Trump confirmó en conferencia de prensa que no hubo sobrevivientes y que tanto la Cancillería argentina como el Departamento de Estado de EE.UU. trabajan en la identificación de las víctimas.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.