Hace unos días el volcán de La Palma obligó a evacuar tres casitas pequeñitas de la isla rodeadas de plataneros en Los Llanos de Aridane, perdidas entre Dos Pinos, Tajuya y La Laguna. Aquí todo el mundo las conoce como Las Martelas porque así se llama el camino en el que están. No tienen ningún cartel, ni licencia de ningún tipo, ni luces de neón en la puerta, pero todos los vecinos saben que Las Martelas es uno de los prostíbulos más conocidos de la isla, "el más famoso en el valle de Aridane".
Un documento elaborado en el año 2017 por la Universidad de La Laguna, en Santa Cruz de Tenerife, desveló que había entonces más de 3.000 mujeres ejerciendo la prostitución en Canarias y que el negocio de la explotación sexual movía unos 20 millones de euros. Hace ya una década, la Asociación InfoSida, que trabaja con sede en Los Llanos, alertó sobre el aumento del número de prostitutas en la pequeña isla de La Palma: 453 prostitutas entonces, entre pisos y clubes de alterne. La cifra no ha dejado de aumentar desde entonces.
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"Los prostíbulos aquí no tienen nada que ver con la imagen que pueden tener en la península o esos locales enormes a las afueras de Madrid, aquí es algo más hogareño", cuenta un vecino de Tajuya. "Aquí los puticlubs tienen otra pinta, son casas particulares entre los plataneros y por allí pasaban muchos hombres cuando acababan de trabajar, aunque fuera sólo a tomar una copa".
Las Martelas es un lugar tan conocido en la isla que su evacuación ha generado repercusiones en la zona. "No te imaginas el tráfico que había aquí los viernes por la noche", cuenta otro vecino justo en el control de la Guardia Civil que ahora impide el acceso a la zona. "Salían los plataneros de trabajar y todos iban allí", cuenta el vecino. "Era una locura, muchacho. Todos iban allí porque al estar escondido nadie les veía entrar".
"No era el único prostíbulo de la zona", explica otro señor. "Estaba también El Conejo Blanco, pero creo que ese ya cerró. Aunque era un club de alterne, muchos íbamos incluso con las novias porque era el único bar que abría hasta las seis de la mañana. Estos clubes eran casi como discotecas, pero Las Martelas era distinto, otro tipo de bar".