Después de 364 días en el exilio, el ex presidente boliviano Evo Morales volvió a pisar este lunes su tierra, con una emotiva y multitudinaria recepción popular. Allí, Evo dijo que si no se hubiera ido tras el golpe de estado que sufrió, "habría terminado en el cementerio o extraditado a Estados Unidos". Morales, de 61 años y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, de origen aymara, trabajador rural y dirigente sindicalista cocalero, pisó tierra boliviana durante la mañana, procedente de la localidad argentina de La Quiaca y tras cruzar caminando por el paso internacional que une a dicha ciudad jujeña con Villazón, en el sur boliviano.
"No dudaba que iba a volver, pero no pensaba que fuera tan pronto", dijo, emocionado y feliz, en sus primeros minutos en su país natal frente a una multitud que le dio color y calor a su regreso con cánticos, agitar de banderas y atuendos típicos. El regreso convocó a una multitud que incluso excedió las expectativas de los organizadores, por lo que las medidas de distanciamiento y prevención sanitaria frente al coronavirus no fueron todo lo eficientes que se intentó, admitieron fuentes cercanas al ex presidente.
Para entonces, Morales ya se había despedido en La Quiaca del presidente argentino Alberto Fernández, a quien le agradeció haberle "salvado la vida" por las gestiones que hizo hace casi un año para posibilitar su salida de Bolivia, luego de su renuncia forzada a la presidencia, la que estuvo empujada por una crisis originada por denuncias de fraude electoral de parte de la Organización de Estados Americanos.
De hecho, el líder boliviano no evitó referirse a aquella denuncia, al afirmar que el 55% de los votos logrado en las elecciones de este año por la fórmula del Movimiento Al Socialismo, demostró que "no habíamos hecho ningún fraude y que habíamos ganado la elección de manera limpia". Ataviado como es su costumbre con indumentaria indígena, Morales brindó un mensaje de casi media hora en el que insistió en que si permanecía en Bolivia tras su renuncia tenía dos opciones: "terminar en un cementerio o irse extraditado a Estados Unidos".
Tenés que leerAlberto Fernández despidió a Evo Morales en su regreso a Bolivia"Alguien me dijo: 'Evo, nos has abandonado'. Yo le dije: 'Si me quedaba tenía dos caminos: el cementerio o Estados Unidos", relató ante la multitud, que en ningún momento dejó de profesarle muestras de apoyo y de afecto. Morales regresó a su país un día después de la investidura de su delfín político, Luis Arce, cuya figura y la del vicepresidente David Choquehuanca exaltó durante su mensaje, destacando que llevaron a cabo una campaña electoral en medio de una política hostil de parte del gobierno interino que lo sucedió en el poder.
Luego del acto, el ex presidente inició una travesía de dos días de la que participarán cientos de vehículos para llegar pasado mañana a Chimoré, departamento Cochabamba, de donde partió al exilio el 11 de noviembre pasado.
El regreso de Morales había comenzado el domingo, cuando abandonó Buenos Aires y viajó a San Salvador de Jujuy, escala en la que visitó a la dirigente social Milagro Sala, quien en 2019 fue condenada en primera instancia a trece años de prisión por fraude a la administración pública y extorsión en concurso real por el desvío de fondos de $ 60.000.000 del estado argentino destinados a la construcción de viviendas sociales.
"Llegó el momento de partir, aunque una parte de mí se quedará en este país para siempre", expresó Morales en la víspera, todavía en la Argentina, en un video publicado en Facebook. Luego de ver a Sala, Evo dejó la capital jujeña y viajó en automóvil a La Quiaca, donde se reunió con el presidente Fernández, quien había asistido en La Paz a la asunción de Arce y Choquehuanca en el gobierno de Bolivia.
El lunes por la mañana, todavía del lado argentino de la frontera, Fernández le brindó una cálida despedida y destacó la importancia del regreso a su patria, "de la que nunca debió haber salido y nunca debió haber sido maltratado como lo fue". "Es un día muy importante para todos, es muy lindo estar en La Quiaca con este motivo, que es garantizarnos que nuestro querido Evo Morales regrese a su patria", dijo.
El mandatario argentino lamentó que en los últimos años, América Latina haya ido "desintegrándose en individualidades" y recordó que el camino es otro, porque "somos parte de una patria grande que quiere crecer, y quiere justicia y desarrollo para todos". Para lograr ese objetivo, enfatizó, "contamos con la democracia como el instrumento más importante".
El presidente Alberto Fernández explicó que "es el deber de cada uno de nosotros ir en socorro de aquellos pueblos que se ven amenazados y lastimados por levantamientos como el que sufrieron Evo y Bolivia un año atrás", al recordar la renuncia obligada del ex mandatario, que primero buscó refugio en México y luego llegó a la Argentina, donde permaneció once meses. "Estoy feliz de haberle tendido la mano a Evo, a Álvaro (por García Linera, ex vicepresidente de Bolivia) y a los compañeros de Bolivia", indicó el presidente.