"Oremos por los enfermos que son abandonados hasta dejarlos morir. Una sociedad es humana si protege la vida, toda vida, desde el inicio hasta su fin natural, sin decidir quién es digno o no de vivir", ha señalado el pontífice. Y ha agregado: "¡Que los médicos ayuden la vida, no la quiten!". El lunes los padres de Lambert abandonaron la batalla judicial para mantenerlo con vida.
El 21 de mayo el Vaticano dejó clara su postura en este caso al reprobar la decisión del equipo de médicos en Francia de desconectar las máquinas que mantenían en vida desde hacía más de una década a Vincent Lambert y señalar que "la asistencia es un deber ineludible".
Tenés que leerLa muerte digna y la diferencia con la eutanasia"La alimentación y la hidratación son una forma de cura esencial siempre proporcionada al mantenimiento de la vida. Alimentar un enfermo no constituye nunca una forma irracional de obstinación terapéutica", señaló el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, cardenal Kevin Farrell, en un comunicado.
"La suspensión de tales curas representa más bien una forma de abandono, fundada en un juicio sin piedad sobre la calidad de la vida, expresión de una cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas sin reconocer la individualidad y el inmenso valor", agregó.
Lambert, un enfermero de 42 años, sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le dejó en tetrapléjico y en estado vegetativo. No dejó por escrito un testamento vital donde se especificaran sus deseos, lo que ha enfrentado durante años a su familia sobre la pertinencia o no de mantenerlo con vida hasta que sus padres abandonaron este lunes la batalla legal.
El Papa ha reafirmado en varias ocasiones su postura contra la eutanasia entendida como provocar la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable. En 2016 recibió en audiencia privada al padre de Alfie Evans, un niño inglés de 23 meses en 'estado semi-vegetativo' al que también desconectaron de las maquinas que le mantenían con vida y murió días después.
Debido a la delicada situación de salud del bebé, la justicia británica autorizó desconectarlo pese a la negativa de su familia. El Papa condenó las acciones de las autoridades de Reino Unido y afirmó en esa ocasión que "el único jefe de la vida desde el inicio al fin natural es Dios".
Con información de Europa Press