Turquía no debe optar entre Rusia y Ucrania, en el marco del actual conflicto bélico, sino que debe seguir procediendo como un importante factor estabilizador en la región del mar Negro, sostuvo el portavoz gubernamental, Fahrettin Altun. "Turquía goza de credibilidad, tanto en Rusia como en Ucrania, con su contribución sincera y realista a este proceso de la desescalada en la región, y ha demostrado que no puede verse obligada a elegir entre Rusia y Ucrania", expuso el funcionario, citado por la agencia Anadolu.
Destacó que el país otomano "sigue siendo un importante factor de estabilización en la región del mar Negro". "La plataforma de Estambul es un instrumento significativo para que los bandos en conflicto lleguen a un acuerdo sobre el cese del fuego y la paz en Ucrania", amplió. El portavoz subrayó que las consecuencias de las hostilidades en Ucrania están afectando a todo el mundo, incluida Turquía.
Altun recordó que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha efectuado esfuerzos diplomáticos para alivianar el conflicto desde el primer día de la operación militar rusa. El mandatario turco mantuvo en más de una ocasión negociaciones tanto con su par ruso, Vladímir Putin, como con el ucraniano, Volodimir Zelenski.
Altun mencionó también la reunión de los ministros de Exteriores de ambos países al margen del Foro Diplomático en Antalya, organizada por Turquía e inmediatamente después las conversaciones entre las delegaciones de los dos Estados en el Palacio de Dolmabahce en Estambul.
"Creo que todos los actores internacionales se han dado cuenta de la especial seriedad e influencia de Turquía. Los enfoques planteados en las capitales occidentales y las lecturas geopolíticas creadas a partir de ellos para despreciar y condenar a Turquía han fracasado", refirió.
Putin anunció el 24 de febrero pasado el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que "las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk", previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Los embajadores ruso y bielorruso no son bienvenidos en la conmemoración prevista el 15 de mayo de la liberación del campo de concentración de Mauthausen, en Austria, informó este martes el comité organizador. "Una participación de los dos países sería incompatible con el juramento de Mauthausen de los prisioneros supervivientes y su deseo de paz y libertad", justificó en la prensa local Willi Mernyi, director del Comité Austriaco de Mauthausen. Un mensaje fue enviado personalmente a los dos representantes.
"Los grandes sacrificios realizados por la Unión Soviética como miembro de los Aliados en la lucha contra el nacionalsocialismo y en la liberación de numerosos campos nunca serán olvidados", escriben en un comunicado los comités austriaco, internacional y el memorial de Mauthausen, que recordaron también "el sufrimiento inimaginable infligido a los detenidos soviéticos".
Pero, añaden, "condenamos con la mayor firmeza" la invasión rusa de Ucrania, con el apoyo de Bielorrusia, y "exigimos el fin inmediato de la guerra". Aunque los embajadores no son bienvenidos a la ceremonia, sí lo son las asociaciones, los supervivientes y sus familias. Abierto en agosto de 1938 por las SS, cinco meses después de la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi, el campo de Mauthausen estaba destinado a los "enemigos políticos incorregibles" del régimen nazi.
En este campo y sus 49 anexos estuvieron recluidos numerosos prisioneros de guerra, especialmente soviéticos y polacos, pero también resistentes, delincuentes de derecho común, homosexuales y judíos. Mauthausen fue liberado hace 77 años, en mayo de 1945, por las tropas estadounidenses. En total, 200.000 personas estuvieron en él, y casi la mitad de ellas perecieron, víctimas del hambre, las enfermedades o en las cámaras de gas.