Casi tres meses después de la muerte de Isabel II, una nueva biografía de la reina ha revelado cómo transcurrieron sus últimos días. Lo ha escrito Gyles Brandreth, amigo y biógrafo de la familia real británica, y cuenta con las declaraciones de personas tan próximas a la antigua monarca como el reverendo Iain Greenshields, quien estuvo con ella en el castillo de Windsor el fin de semana previo a su fallecimiento.
El reverendo explica en las páginas de Elizabeth: An Intimate Portrait que durante su encuentro Isabel II estaba “en plena forma” y le habló animadamente de su infancia, sus caballos, y lo mucho que sentía la guerra en Ucrania. También que la reina le dijo que “no se arrepentía de nada” y que sabía “que le quedaba poco tiempo”, algo que sin embargo “aceptaba con toda la elegancia que se podía esperar de ella”.
El biógrafo revela que “ha oído” que la enfermedad que padecía la reina y que en su último año de vida le obligó a cancelar algunos de sus actos oficiales se trataba de un mieloma, si bien su certificado de muerte estableció que murió debido a su avanzada edad.
Gyles Brandreth relata también cómo le afectó a la reina la muerte de su marido, el duque de Edimburgo, fallecido en abril de 2021. Isabel II era de la opinión que “mantenerse ocupado ayuda” y decidió mantenerse tan ocupada como siempre, hasta que en otoño del año pasado sintió “una bajada de sus energías” y sus médicos le aconsejaron que bajara su ritmo. “Tengo que ser sensata”, dijo entonces la reina, a quien Camilla describe en una conversación con Brandreth como “imparable”.
Extractada por el Daily Mail antes de su salida a la venta, la biografía revela asimismo detalles de la vida de Isabel II en sus últimos tiempos como que le gustaba ver capítulos de la serie Line of Duty (si bien a veces le costaba seguir “la intrincada trama”) y que tenía un móvil personal desde el que mandaba y recibía mensajes, aunque jamás permitía que sus nietos lo usaran en la mesa.
Mirá tambiénIsabel II recurre a su patrimonio personal para "rescatar" a Andrés de York en el Caso EpsteinUna de sus últimas alegrías la vivió grabando la divertida merienda con el oso Paddington que se emitió durante su Jubileo de Platino. Uno de los momentos más difíciles de sus últimos años fue tener que “despedir” al príncipe Andrés por su vinculación con el caso Epstein. El libro revela que después de que Andrés le relatara su versión todo lo relativo a este caso, Isabel II dijo la siguiente palabra: “Interesante”. Según Brandreth, la reina siguió confiando en su hijo, pero fue contundente al decidir que debía abandonar sus funciones públicas.
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