Este grupo de trabajo tiene sus orígenes en 2009 en los primeros días de la administración de Barack Obama tras una visita del premier israelí Benjamin Netanyahu a la Casa Blanca. Se trata de un foro ultrasecreto, que incluso tiene un nombre en clave, donde se discutieron medidas para aplicar presión al régimen de Irán durante el primer gobierno de Obama en EEUU.
Y en el segundo gobierno de Obama, según Axios, fue escenario de conflictos con Tel Aviv por el acuerdo nuclear con Teherán. Durante la presidencia de Donald Trump, el grupo se reunió para discutir la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear y para coordinar una campaña de “máxima presión”.
El foro está encabezado por los asesores de seguridad nacional de Israel y Estados Unidos, Meir Ben-Shabbat y Jake Sullivan, e incluye a altos funcionarios de las distintas agencias de seguridad nacional, política exterior e inteligencia de ambos países.
Fuentes de Axios señalan que fue Sullivan quien propuso la reanudación del grupo de trabajo en su primera llamada telefónica con Ben-Shabbat el 23 de enero.
Por otro lado, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, busca perfilar una estrategia conjunta de su Gobierno ante la posible reanudación de negociaciones entre EEUU e Irán y la opción de que el presidente Joe Biden retorne al pacto nuclear con el país persa.
“Con acuerdo o sin acuerdo, haremos todo lo posible para que (Irán) no adquiera armas nucleares”, declaró el martes Netanyahu, en un acto en el que tachó al país persa de “régimen extremista y agresivo”.
Según medios israelíes, Netanyahu se reunió el lunes con ministros de su Gabinete, altos cargos del aparato de seguridad y de la diplomacia israelí para preparar un plan consensuado con el que abordar el intento de acercamiento de la nueva Administración de EEUU con Teherán.
En el encuentro no se tomaron decisiones sustanciales, sino que se trató la cuestión de manera amplia para comenzar a formular cuál debe ser la respuesta israelí, indicó el periódico local Maariv.
El domingo, Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) cerraron un acuerdo interino de verificación de su plan nuclear para mitigar el recorte de acceso que Teherán dará a la agencia. La intención es conceder tiempo al país persa y a EEUU para integrarse plenamente en el pacto nuclear de 2015.
Israel ve a Irán como una amenaza existencial, es partidario de mantener una política de máxima presión y se opuso al acuerdo nuclear entre este y varias potencias firmado en 2015. Cuando Washington se retiró del pacto en 2018 y el entonces presidente, Donald Trump, reimpuso sanciones económicas a Teherán, Netanyahu y gran parte de la clase política israelí lo celebraron.