El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que el actual jefe de gobierno de Brasil, Jair Bolsonaro, "no está para nada muerto", en lo que se refiere fundamentalmente al deseo de este último de ser reelecto en 2022, pese a estar segundo en las encuestas. Asimismo, Lula fustigó la política de aumentos de los combustibles de la empresa estatal Petrobras, la cual, según dijo, apunta a remunerar a los accionistas de Estados Unidos.
"Aquellos que defienden 'ni Lula ni Bolsonaro' tienen la idea de que Bolsonaro está muerto, algo en lo que no creo, porque quien está en la presidencia nunca está muerto en política", aclaró el ex mandatario. "Se olvidan de que él tiene la lapicera y puede hacer muchas cosas", agregó, consultado por una radio de Cuiabá, estado de Mato Grosso, en el centro-oeste del país.
Según Lula, favorito en todos los sondeos, quienes fomentan la tercera vía también le apuntan a él para evitar una victoria en primera vuelta en los próximos comicios. De acuerdo a la encuesta de Ipespe para el fondo de inversiones XP Investimentos, el más grande del país, Lula ganaría en primera vuelta por 43% a 28% de Bolsonaro y 11% del laborista Ciro Gomes.
Sectores derechistas que apoyaron a Bolsonaro en la segunda vuelta de 2018, se presentan ahora como "una posible tercera vía", como el gobernador paulista, Joao Doria, o el de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, ambos del Partido de la Social Democracia Brasileño (PSDB). En dicho contexto, las críticas que ha hecho Ciro Gomes a Lula, indudablemente buscan posicionarlo a él como esa tercera vía, antes que crezca la derecha liberal vinculada al PSDB.
Lula se refirió igualmente al tema del momento, la inflación de alimentos vinculada a la disparada de los precios de combustibles por la política ultraliberal de Petrobras, empresa estatal con capital abierto, luego de que el litro de nafta común llegara a los 7 reales, 1,20 dólares.
"Seguir la política de precios internacionales para el mercado interno es una irresponsabilidad. La verdad, lo que Petrobras está haciendo es acumulación de dinero para pagarle a los accionistas, sobre todo a los estadounidenses. No tiene explicación aumentar la nafta de esa forma por el precio internacional", afirmó el ex presidente.