El mes pasado, el canciller alemán, Olaf Scholz, abogó por la construcción de un gasoducto desde Portugal a través de España y Francia hasta el centro de Europa, para que Europa deje de depender de la energía rusa, y asguró que había presionado mucho para que se pusiera en marcha ese proyecto.
Sin embargo, el presidente francés, se opuso al proyecto alegando que la capacidad de los dos gasoductos existentes que cruzan los Pirineos está infrautilizada y que los flujos van principalmente en dirección a España.
Mirá tambiénRusia le corta el gas a toda Europa este sábadoMacron señaló que en las últimas semanas los gasoductos existentes entre España y Francia están operando sólo a la mitad de su capacidad y que el flujo había sido sobre todo en dirección a España.
"No entiendo por qué saltaríamos como cabras de los Pirineos en este tema", expresó al respecto parafraseando una famosa expresión del expresidente Charles De Gaulle.
Además, señaló que no estaba convencido de la necesidad de más interconexiones de gas, pero añadió que si Scholz o el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, podían demostrarle lo contrario, estaba dispuesto a revisar su postura.
España y Portugal tienen una enorme capacidad de importación de gas a través de sus terminales de GNL y Scholz las ve como una forma de impulsar las interconexiones de gasoductos en Europa.
Mirá tambiénEspaña reducirá el IVA al gas para hacer frente a la crisisFrancia se opone desde hace tiempo a un nuevo gasoducto transpirenaico y prefiere la instalación de nuevas terminales de GNL.
Lanzado en 2013, el proyecto Midcat se conectaría al gasoducto español al norte de Barcelona y podría impulsar notablemente la importación de gas argelino al norte de Europa. El proyecto se suspendió en 2019 por razones de costos y medioambientales.