El Litoral
La primera ministra británica, Theresa May, se mostró públicamente abierta a considerar la propuesta de extender el plazo de transición después del "Brexit" para evitar que haya una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
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Este jueves, la primera ministra británica, Theresa May, se mostró públicamente abierta a considerar la propuesta de extender el plazo de transición después del "Brexit" para evitar que haya una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Esa es una de las ideas que hay sobre la mesa, pero se trataría solamente de unos pocos meses, subrayó la dirigente en Bruselas, que se mostró de todos modos segura de que no será necesario llegar a esta opción de emergencia.
Ante el bloqueo en las negociaciones sobre el acuerdo del "Brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), prevista para finales de marzo de 2019, la UE propuso como posible solución alargar el período de transición. Hasta ahora esta fase está fijada hasta finales de 2020. Durante esos meses no habrá grandes cambios pese a que oficialmente el país ya no estará en la Unión.
La UE propone prolongar la transición un año más y aprovechar ese tiempo para negociar un pacto definitivo con Londres, pero los euroescépticos británicos están en contra de esta posibilidad.
May dijo que la extensión únicamente se produciría si hasta finales de 2020 no hay acuerdo sobre las futuras relaciones entre ambas partes, y que esto es algo que no es previsible. Su gobierno trabaja para que hasta entonces estén cerrados todos los asuntos sobre la asociación económica y de seguridad. La UE y Reino Unido están de acuerdo en que no debe haber una frontera que divida la isla de Irlanda, añadió.
En concreto, la primera ministra señaló: "Si hay un vacío entre la fase de transición y el momento en el que entren en vigor las futuras relaciones (...) queremos garantizar que no haya una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda".
Las garantías de que se mantenga abierta la frontera -el llamado "backstop", en español "malla de protección"- es el principal escollo en las negociaciones del "Brexit". Se teme que una división de la isla con controles fronterizos y aduanas haga resurgir los antiguos conflictos entre ambas Irlandas.
Con información de dpa.