Tanto China como Alemania pidieron al líder norcoreano, Kim Jong-un, y al presidente estadounidense, Donald Trump, mantener la cumbre prevista para 12 de junio en Singapur. A través del diálogo se encuentra una solución pacífica de los problemas, dijo el primer ministro chino, Li Keqiang, tras la reunión mantenida por ambos mandatarios en Pekín.
Merkel declaró que espera que se produzca un completo desarme nuclear en la península norcoreana, ya que recientemente se "han visto cosas muy esperanzadoras". Por su parte, Li señaló que existen indicios de distensión en el conflicto sobre las armas nucleares norcoreanas y su programa misilístico. "Todos deberían seguir trabajando en ello", puntualizó y aseguró que China quiere desempeñar un papel constructivo.
Li fue muy crítico sobre la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. "Esto tiene consecuencias muy muy negativas para la resolución de otros conflictos", dijo.
Merkel recalcó que, al igual que China, Alemania seguirá comprometida con el pacto, ya que a pesar de no ser perfecto las alternativas al mismo son aún más inseguras. Si Estados Unidos impone sanciones podría provocar que las empresas europeas se marchen de Irán y que "otras se vayan a Irán", dijo en alusión a las compañías chinas que podrían aprovechar el vacío.
Li aseguró que las empresas chinas fundamentalmente se atienen a las sanciones de Naciones Unidas.