Instalado en suelo ucraniano, El Litoral recorre distintos puntos que hacen a la vida cotidiana de un país que fue invadido por Rusia hace poco más de un año. Dentro del itinerario, un lugar que no escapa de la realidad del país presidido por Volodímir Zelenski es el centro de voluntariado de mujeres que confeccionan red de enmascaramiento y otros elementos de protección para soldados.
El Litoral dialogó con Ala, una de las voluntarias del centro. “Antes de la guerra era florista, trabajaba en una tienda de flores y a mi me gustan las flores. Tengo una colección muy grande de orquídeas. Cuando comenzó la guerra dejé mi trabajo y vine para aquí, para ayudar al país. Esos primeros días de la invasión, parecen eternos y gris. Fue muy estresante”, arrancó la mujer.
En ese sentido, la entrevistada comentó que “en 2015, juntamos mujeres de muchas regiones , algunas de ellas ocupadas. Somos muy unidas, si me llevan un tipo de tela que no sé procesar se la traspaso a otra que sí lo puede hacer, como por ejemplo bolsos tan importantes para los soldados”.
Ante la consulta de El Litoral, la mujer reconoció: “No imaginamos que íbamos a tener una guerra. No nos estábamos preparando para algo así. Teníamos la esperanza de que la invasión no tuviera lugar pero bueno, estamos en esta situación y tenemos que reaccionar. Y tuvimos que hacer muchas cosas por primera vez, como las redes de camuflaje”.
Desde el inicio de la invasión, un grupo de mujeres colabora con la costura de objetos de protección para los soldados.
3x3, muy agotador
Al mismo tiempo, Ala aclaró que divide su semana en dos, entre su trabajo privado y la colaboración. “”Es agotador, estoy cansada pero entiendo que la victoria se acerca. Tenemos que apoyar a nuestros soldados. Además, para nosotros nos sirve como terapia porque aquí ayudamos de forma psicológica unos a otros”, señaló.
Sobre la relación los soldados, la mujer contó: “Tenemos un lazo muy cercano con los chicos que están en el frente. Nos mandan videos de cómo están utilizando las cosas que nosotros les enviamos. Nos agradecen todo el tiempo y nos motiva muchísimo. Nos inspira y mueve. Entendemos que juntos trabajamos para la victoria”. Y comentó la particular historia de una especie de amuleto. “Es un muñeco tradicional ucraniano que le enviamos a los soldados y pensamos que le brinda algún tipo de protección. Creemos que las redes de camuflaje los protegen de forma material pero este objeto lo hace de manera espiritual”, sostuvo.
Las voluntarias dividen su vida y trabajo privado con la colaboración para las fuerzas armadas ucranianas.
Anhelo
Para lo último, El Litoral preguntó sobre el futuro y lo que le deparará a la organización de mujeres voluntarias.
“La guerra empezó en 2014 y ya llevamos mucho trabajo. Tenemos unas reservas muy grandes de tela blanca para el invierno próximo, no queremos hacer las redes de mascarillas de camuflaje pero estamos preparados y listos”, aportó.
Y cerró: “Además tenemos un sueño. Guardamos mucha tela amarilla y azul, de la bandera nacional ucraniana que queremos llevar para el desfile de victoria. Y hacer la última red de camarilla y camuflaje para ese desfile”.
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