El productor Harvey Weinstein se sentó este lunes en el banquillo del que se perfila como un duro juicio por abusos sexuales en Nueva York, con una fiscal que lo llamó "depredador" en la vista previa, mujeres recordándole lo que "hizo" a las puertas del tribunal y una nueva imputación en Los Ángeles.
Weinstein, de 67 años, llegó notablemente encorvado y ayudándose de un andador a la Corte Suprema estatal -fue operado de espalda recientemente-, donde estaban convocadas su defensa y la Fiscalía para ultimar los detalles de un proceso que se retrasó varias veces al tiempo que sus abogados "hacían, rehacían y rerehacían" mociones, según ironizó el juez James Burke.