El papa Francisco pidió que no se encubran los abusos sexuales en la Iglesia
En la capital belga, el sumo pontífice señaló que "los abusadores deben ser juzgados, sea un laico o un obispo", a la vez que rechazó "la vergüenza del abuso de menores", por la que "debe pedirse perdón".
El papa Francisco pidió que no se encubran los abusos sexuales en la Iglesia
El papa Francisco pidió este domingo que no se encubran los casos de abuso sexual en el ámbito de la Iglesia, en el cierre de una difícil visita a Bélgica. "No hay lugar para el abuso, no hay lugar para el encubrimiento del abuso, les pido a todos que no encubran el abuso, le pido a los obispos que no encubran los abusos y condenen a los abusadores y ayúdenles a curarse de esta enfermedad", sentenció el sumo pontífice al presidir una misa ante unos 40.000 fieles en el estadio Rey Balduino en Bruselas.
Francisco también se refirió al encuentro estrictamente reservado que mantuvo el viernes pasado con 17 víctimas de agresiones sexuales en la Iglesia Católica belga y expresó que sintió "su sufrimiento como abusado" y que "en la Iglesia hay lugar para todos, pero todos serán juzgados". "El mal no puede ser escondido. El mal debe ser puesto al descubierto, hacer que se conozca y que el abusador sea juzgado, aunque se trate de un laico o un obispo", agregó. Francisco rechazó "la vergüenza del abuso de menores" y sostuvo que "la Iglesia debe avergonzarse y pedir perdón".
Expulsados en Perú por actos de sadismo
Esta semana Francisco ya había dado muestras de su lucha directa y determinada contra el abuso de menores al aprobar el miércoles pasado la expulsión de diez miembros del Sodalicio de Vida Cristiana de Perú. Entre los expulsados, la medida alcanza al ex superior general Eduardo Regal y al arzobispo emérito de Piura, José Antonio Eguren, por abusos físicos con sadismo, abuso de autoridad y contra la administración de los bienes eclesiásticos, tal cual lo informó la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
La CEP detalló en un comunicado que la inusual decisión papal afecta a diez personas -un obispo, sacerdotes y laicos- del movimiento católico peruano, después de que una investigación vaticana descubriera "sádicos" abusos de poder, autoridad y espiritualidad. Esta medida se toma un mes después de la expulsión del fundador de esta sociedad apostólica, Luis Figari, por las denuncias de abusos sexuales presentadas en su contra y otros directivos del Sodalicio, que fueron documentadas en el libro 'Mitad monjes, mitad soldados' de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz en 2015.
Gravedad, significado y alcances del escándalo
Figari permanece en Roma, después de que la Fiscalía peruana inició investigaciones preliminares por el presunto abuso sexual de menores, aunque posteriormente las archivó en 2019. Además de Regal y Eguren, la expulsión comprende a los ex superiores regionales Rafael Ismodes y Erwin Scheuch, así como a los ex formadores Humberto del Castillo, Oscar Tokumura y Daniel Cardó. Asimismo, a los ex miembros incorporados Ricardo Trenemann, Miguel Salazar, y al periodista Alejandro Bermúdez.
Para adoptar tal decisión disciplinar "se ha considerado el escándalo producido por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas", indicó la CEP. Mencionó que se trata de casos de abuso físico, incluso con sadismo y violencia; abuso de conciencia con métodos para quebrar la voluntad de los subordinados; abuso espiritual, abuso del cargo y de autoridad, así como encubrimiento de los delitos cometidos en el grupo.
Igualmente, los casos investigados implican abuso en la administración de los bienes eclesiásticos y abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo. El papa Francisco, junto a los obispos peruanos, "piden perdón a las víctimas y se unen a sus sufrimientos", y ruegan a esta sociedad apostólica que inicie "un camino de justicia y reparación", concluyó la información.