El Partido Demócrata celebrará elecciones primarias en 56 circunscripciones entre febrero y julio para elegir al candidato o candidata que en noviembre próximo competirá por la Presidencia, presumiblemente contra el actual presidente Donald Trump.
El Partido Demócrata celebrará elecciones primarias en 56 circunscripciones entre febrero y julio para elegir al candidato o candidata que en noviembre próximo competirá por la Presidencia, presumiblemente contra el actual presidente Donald Trump.
Los candidatos que sobrevivieron a la instancia del debate son 12 y si bien las encuestan muestran un favoritismo por el ex vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, el proceso de nominación es largo e impredecible.
Biden, un demócrata conservador de 77 años, busca por tercera vez la nominación demócrata, después de haberlo intentado sin éxito en 1988 y en 2008 y se lo considera como un continuador de las políticas de Obama.
Tiene el apoyo de una buena parte de las élites demócratas, aunque su posición se ha debilitado el último año al quedar en el corazón del juicio político contra Trump.
La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, cercana al ala más progresista del partido, siguen siendo una de las principales favoritas para la nominación.
La política de 70 años, ex asesora de Obama en la oficina de Protección Financiera del Consumidor, se ha manifestado a favor de tomar medidas para regular la renta financiera de Wall Street así como para acortar la brecha salarial entre ricos y pobres.
En uno de los últimos debates, se enfrentó al Bernie Sanders, con quien comparte electorado, porque el senador por Vermont le dijo en privado que "una mujer no podía ganar la Casa Blanca", algo que el negó.
Justamente, Sanders, de 78 años, peleó la interna demócrata con Hillary Clinton en 2016. Por entonces estaba en el ala más izquierdista de los demócratas y no tenía expectativas de ganar, pero acumuló un gran número de seguidores.
Su agenda incluye propuestas para ampliar la cobertura médica y para hacer que la educación superior sea gratis.
El ex alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, un militar retirado, es un moderado que atrae a los votantes jóvenes y progresistas. Tiene 37 años y, de ser elegido sería el presidente más joven del país y el primero en pasar de alcalde a presidente.
En tanto que la ex fiscal Amy Klobuchar, de 59 años, senadora por Minnessota, busca el voto de la clase trabajadora del Medio Oeste del país, con una agenda centrada en mejorar la atención médica, combatir el cambio climático, buscar la justicia económica y la prosperidad compartida.
El ex alcalde de Nueva York (2001-2013), Michael Bloomberg, de 77 años, entró a la carrera presidencial con un mensaje claro: "derrotar a Donald Trump y reconstruir América".
De su lado, Tom Steyer, de 62 años, es un multimillonario de California, donante del Partido Demócrata mediante el financiamiento a organizaciones que promueven causas liberales.
Tulsi Gabbard, de 38 años, hizo historia en 2012 cuando se convirtió en la primera representante hindú en el Congreso de los Estados Unidos.
Mientras que Andrew Yang, de 45 años, es un emprendedor tecnológico graduado en Derecho en la Universidad de Columbia y conocido por su programa de becas para conectar a recién graduados con nuevas empresas.
Una de sus principales propuestas es dar a todos los estadounidense un ingreso básico universal de 1.000 dólares mensuales para abordar la desigualdad económica.
El ex gobernador de Massachusetts Deval Patrick, de 63 años, anunció su candidatura con un video en el que prometió "construir un sueño americano mejor, más sostenible e inclusivo para la próxima generación".
John Delaney, de 56 años, confundó empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York, hasta que, en 2012, abandonó el sector privado para conseguir una banca en el Congreso por Maryland.
Entretanto. Michael Bennet, de 55 años, es un moderado que entró a la carrera presidencial el año pasado después de superar una batalla contra el cáncer.
El senador por el estado de Colorado desde 2009 y dijo que entre sus prioridades estará la batalla por el derecho a la atención médica así como también la búsqueda de un crecimiento económico equitativo.
Ante un escenario tan polarizado, la primera cita, en Iowa, será determinante, al igual que los otros tres estados que votan en febrero: New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur.
Después del 3 de marzo, el "supermartes" en el que votan 15 estados -entre ellos el más populoso, California- podría haber una pauta de quién tiene más chances de emerger como ganador o ganadora.
Con información de Télam.