El príncipe William pidió una mayor seguridad en línea para los niños después de que un forense dictaminara que las redes sociales contribuyeron a la muerte de Molly Russell, de 14 años.
Molly Russell se suicidó en noviembre de 2017 cuando tenía 14 años. Ahora la Justicia expuso lo que vio en las redes sociales antes de la tragedia.
El príncipe William pidió una mayor seguridad en línea para los niños después de que un forense dictaminara que las redes sociales contribuyeron a la muerte de Molly Russell, de 14 años.
“Ningún padre debería tener que soportar lo que han pasado Ian Russell y su familia. Eran tan increíblemente valientes. La seguridad en línea para nuestros niños y jóvenes debe ser un requisito, no una ocurrencia tardía”, sostuvo.
Los familiares de la joven descubrieron que había sido expuesta en las redes sociales, principalmente Instagram y Pinterest, a numerosos contenidos que evocaban el suicidio, la depresión y la autolesión.
La justicia británica cuestionó el papel de los contenidos que vio una adolescente en las redes sociales antes de suicidarse, tras un proceso que relanza el debate sobre la influencia de estas plataformas y sus algoritmos.
Los contenidos que vio la joven «no eran seguros y nunca deberían haber sido accesibles a una niña», afirmó en sus conclusiones Andrew Walker, encargado del procedimiento.
En lugar de calificar su muerte de suicidio, consideró que la joven «murió debido a un acto de autolesión, cuando sufría de depresión y de los efectos negativos de contenidos vistos en internet».