El Litoral
Desde Bruselas, el depuesto presidentese mostró abierto a resolver la crisis política e institucional desatada por su desafío independentista con "un acuerdo" con el Estado español.
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Télam
Desde Bruselas, el depuesto presidente catalán Carles Puigdemont se mostró este lunes abierto a resolver la crisis política e institucional desatada por su desafío independentista con "un acuerdo" con el Estado español y culpó al gobierno nacional del Partido Popular (PP) por el conflicto con Cataluña.
El diario belga Le Soir entrevistó al líder catalán y le preguntó si sigue creyendo que la alternativa es "independencia o muerte", como muchas veces se gritó en actos y mitines en Cataluña durante el proceso secesionista que lideró. Puigdemont respondió tajante: "¡Nunca! Siempre estoy por un acuerdo."
"El origen de todo esto es la invalidación en 2010 del estatuto de autonomía que habían acordado los parlamentos catalán y español", agregó el depuesto presidente regional para responsabilizar al gobierno nacional en Madrid, según la agencia de noticias ANSA.
Para Puigdemont las políticas de los gobiernos nacionales de José Aznar y Mariano Rajoy, ambos del PP, fueron los que impulsaron el crecimiento del movimiento independentista en Cataluña, no él y su partido.
"¿Sabes cuántos diputados independentistas había en el Parlamento de Cataluña en ese momento (con Aznar)? 14 de 135. Llegaron a 72. El líder del impulso independentista es primero el Partido Popular", sentenció.
Mientras Puigdemont y algunos de los miembros de su depuesto gabinete esperan la decisión de la Justicia belga sobre su extradición a España para ser juzgados por rebelión, en Cataluña el resto de su gobierno y los dirigentes que apoyaron la declaración de independencia del 27 de octubre pasado dividen su tiempo entre procesos legales y la campaña electoral.
El mismo día que el Parlamento catalán declaró la independencia, el gobierno nacional español intervino la región -con autorización del Poder Legislativo en Madrid-, destituyó a todo el gobierno y llamó a elecciones para el próximo 21 de diciembre.
Desde Madrid, Rajoy se mostró confiado de que los independentistas perderán apoyo en las urnas y que tras los comicios "llegará la calma" y se vivirá "una era de buena convivencia", según una entrevista con el diario económico alemán Handelsblatt, citado por la agencia de noticias EFE
"El único plan que tenemos es velar por que el futuro gobierno catalán cumpla con la ley. Cada uno puede defender sus propias convicciones, cualesquiera que sean. Pero todos tenemos que respetar las leyes, de otro modo viviríamos como en el Salvaje Oeste", agregó.
Por su parte, el canciller español, Alfonso Dastis, sí analizó la posibilidad de que los independentistas catalanes vuelvan a ganar las elecciones y aseguró que dependerá de ellos si el gobierno nacional vuelve a intervenir la región.
"Si actuaran dentro de la legalidad, tanto del Estatut como de la Constitución, no se daría necesariamente el supuesto derecho suficiente para que se siga aplicando el artículo 155", aseguró en una conferencia de prensa durante un Consejo de ministros de Exteriores de la Unión Europea.
"Pero prefiero no especular. Cuando lleguemos a la situación, ya veremos", concluyó, a sólo cinco semanas de las elecciones y en medio de un clima cada vez más tenso y polarizado.