En medio de la crisis desatada en la realeza británica por la decisión de los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, de alejarse de la familia real, la monarca Isabel II pidió a sus colaboradores encontrar una "solución viable" para el futuro rol de los príncipes, según informaron hoy a los medios fuentes del Palacio de Buckingham.
Los duques anunciaron el miércoles por la noche que renunciarían a sus funciones como miembros de la realeza y declararon su intención de independizarse económicamente para vivir entre el Reino Unido y Canadá.
La medida fue un duro golpe para la monarca británica, que se enteró de la noticias por los medios de comunicación.
"La decisión no fue aprobada por nadie. Se rompe todo el protocolo. Esta es una declaración de guerra contra la familia. Hay enojo por cómo han hecho esto sin pensar en las implicaciones para la institución. La reina está profundamente molesta", indicó una fuente cercana al Palacio al tabloide británico The Sun.
En tanto, el Times de Londres informó que el príncipe Carlos de Inglaterra, heredero de la corona británica y padre de Guillermo y Harry, podría dejar de financiar a su hijo y a su esposa si se alejan de los deberes reales.
Según el diario, Carlos dejó en claro que no firmará un cheque en blanco a su hijo mientras él y su esposa se embarcan en una nueva vida después de renunciar a sus roles como miembros de la realeza.
Los duques de Sussex reciben un fondo de unos dos millones de libras al año (unos 2,4 millones de dólares), provenientes de los bienes de la realeza, mientras que los contribuyentes británicos también financian a la familia real a través de un "impuesto soberano" emitido por el tesoro.
Esto le prohíbe a los miembros de la familia real obtener ingresos como profesionales, aunque periodistas y expertos en temas de la monarquía británica sostienen que la pareja vivirá de una licencia para explotar su propio sello bajo la marca "Sussex Royal", y que además de la fortuna que ya tienen, esperan recaudar millones.
Tras la conmoción general que generó el anuncio dentro y fuera del Palacio de Buckingham, Meghan decidió regresar a Canadá para reencontrarse con su hijo Archie quien había quedado allí desde la Navidad pasada, informaron los medios británicos.
La pareja fue duramente cuestionada tanto por los expertos en temas reales como por los medios de comunicación británicos y hasta el famoso museo Madame Tussauds ubicado en el centro de Londres, reubicó las figuras de cera de los duques que estaban junto a la familia real.
"Junto con el resto del mundo estamos reaccionando a la sorprendente noticia de que el duque y la duquesa de Sussex darán un paso atrás como miembros de la realeza", dijo Steve Davies, gerente general de Madame Tussauds London, al diario The Independent.
La tensión y la distracción también eclipsaron las celebraciones del 38 cumpleaños de Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo.
Con información de Télam.