La princesa Ana, dueña de una trayectoria sin grandes estridencias, se volvió una protagonista inesperada en la despedida de su madre, la reina Isabel II, tras haber acompañado sin descanso el ataúd durante horas de procesión y por un gesto que conmovió a quienes seguían con atención el evento.
La princesa real —la única hija mujer de la reina Isabel II y hermana del rey Carlos III y los príncipes Andrés y Eduardo— hizo la venia cuando el ataúd con el cuerpo de su madre pasó por delante suyo en la puerta del Palacio de Holyroodhouse en Edimurgo. El gesto de Ana, quien se encontraba visiblemente emocionada, la puso en el centro de las miradas.
"Ha sido un honor y un privilegio acompañarla en sus últimos viajes. Ser testigo del amor y el respeto mostrado por tantos en estos viajes ha sido a la vez aleccionador y edificante", dijo la princesa Ana este martes en una declaración.
Mirá tambiénComenzó la procesión fúnebre de Isabel II: Carlos III y sus hermanos acompañan el cuerpo"Puede que que se nos haya hecho recordar cuánto de su presencia y contribución a nuestra identidad nacional dábamos por sentado", continuó la princesa real, quien también manifestó su agradecimiento por el apoyo y la comprensión a su hermano Carlos III.
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