En el quinto y ultimo día de los referendos anunciados por Rusia como preludio a la anexión de cuatro regiones ucranianas, un importante aliado del presidente Vladimir Putin emitió este martes una severa advertencia nuclear a Ucrania y Occidente.
El fuerte aviso corrió por cuenta del vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, mientras concluyen los impugnados referendos en Ucrania.
En el quinto y ultimo día de los referendos anunciados por Rusia como preludio a la anexión de cuatro regiones ucranianas, un importante aliado del presidente Vladimir Putin emitió este martes una severa advertencia nuclear a Ucrania y Occidente.
La advertencia corrió por cuenta de Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y es una de varias ya emitidas anteriomente por Putin y sus asociados.
Los analistas dicen que están diseñados para disuadir a Ucrania y Occidente al insinuar una disposición a usar armas nucleares tácticas para defender el territorio recientemente anexado, donde las fuerzas rusas se enfrentaron a fuertes contraofensivas ucranianas en las últimas semanas.
Esta nueva advertencia de Medvedev difería de las anteriores en que predijo por primera vez que la alianza militar de la OTAN no se arriesgaría a una guerra nuclear y entraría directamente en la guerra de Ucrania incluso si Moscú atacara a Ucrania con armas nucleares. “Creo que la OTAN no interferiría directamente en el conflicto incluso en este escenario. Los demagogos al otro lado del océano y en Europa no van a morir en un apocalipsis nuclear", señaló.
La última andanada de Moscú se produjo cuando los países europeos se apresuraron a investigar fugas inexplicables en dos gasoductos de gas natural rusos bajo el Mar Báltico, lo que obstaculizará los esfuerzos para reiniciar la línea principal que lleva el gas ruso a Alemania.
El Kremlin, que culpó a problemas técnicos por los cortes anteriores en el suministro de gas ruso a Europa, advirtió que no podía descartar un sabotaje, pero no precisó por quién y pidió una investigación.
La confrontación de Rusia con Occidente disparó la inflación mundial y agudizó las crisis energética y alimentaria en muchos países desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero, que se enfrentó con duras sanciones occidentales y medidas de represalia rusas.